Capítulo 19.

35 10 8
                                    

Melanie Cross.

No dejo de contemplar lo hermoso y perfecto que ha quedado todo para la exhibición. No puedo esperar más para ver todos estos asientos llenos de gente aplaudiendo y admirando mis nuevos diseños. Un día muy agotador pero enormemente gratificante. Todos se han ido, así que estoy completamente sola en el lugar donde toda la magia pasará.

Todo saldrá bien, Melanie. Nunca podrán olvidarte.

¡Mierda! Tenía que pasar por los resultados más temprano pero creo que perdí la noción del tiempo. Salgo del lugar y confío en que el guardia que Junior contrató proteja bien este lugar. Saco mis llaves y subo a mi auto.

Conduzco hasta llegar a la clínica y le explico a una de las enfermeras mi situación.

— Disculpe señorita pero el doctor se fue de la clínica hace 20 minutos. Si quiere puedo darle su tarjeta para que se comunique con él. — responde la enfermera.

— No hace falta, descuide. ¿Sabe si viene mañana?

— No. Volverá el lunes pero si quiere puedo hablar con él para pueda hacer una excepción. Además, tengo entendido que sus resultados tienen muchos días. Probablemente tenga que hacerle nuevos para poder darle un diagnóstico correcto.

— No, está bien. No hace falta. Volveré después, muchas gracias. — me despido y regreso a mi auto. Me siento terriblemente irresponsable. Jack tenía muchas más ganas de saber los resultados que yo y si le digo que no llegué a tiempo, se molestará. No me lo diría como tal pero sé que se fastidiará. Dios Melanie, no dejas de cagarla ni una sola vez.

Minutos después, llego a casa.

Las cámaras me reconocen y abren todas las puertas a mi paso. Estoy muy cansada. No me he sentado mucho en todo el día. Me quito los tacones y recojo mi cabello. La chimenea está encendida y hay un delicioso aroma de comida, por lo que deduzco que Jack está aquí.

— Buenas noches. — está en la cocina. Me acerco, lo abrazo y le doy un beso. — ¿Y eso? ¿Qué te pasó en el labio? — noto la cortada.

— Una pelea de trabajo. — sirve la exquisita pasta que ha preparado.

— ¿Más villanos? — le ayudo con los platos.

— Pandilleros. Unos muy peligrosos.

— ¿Y todo salió bien?

— Sí. Cinco de ellos murieron y los demás pagarán su condena. — menos mal. — Jacob fue con nosotros. Todos mis agentes querían matarlo. — sonríe. — Es un idiota pero tiene potencial. — lavamos nuestras manos, nos acomodamos en la mesa y cenamos.

— ¿Todavía sigues con la idea de renunciar? — le pregunto mientras comemos.

— Así es. Y será muy pronto. — parece que cada vez le importa menos pero puedo percibir cierta fatiga en su cara.

— La exhibición de mis diseños será dentro de 2 días. — cambio de tema. — Así que necesito que le lleves esta invitación a tu madre y a Cooper. — alcanzo mi bolso y saco la carta de invitación.

— ¿Por qué no se los llevas tú? — pregunta, teniendo las invitaciones en sus manos.

— Porque tú eres su hijo y además, tengo muchas cosas que hacer mañana. — lo miro. — ¿Tienes algún problema con eso?

— No, no te preocupes. Me encargaré. — deja las cartas a un lado y sigue comiendo. — ¿Y los resultados? ¿Fuiste por ellos? — no le respondo. Mi cara lo dice todo. — A este paso tendrán que hacerte análisis nuevos.

Happy People ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora