Capítulo 7.

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Después de esa conversación, solo pude conducir hasta un lugar: el cementerio, específicamente a la tumba de Javi.

—Hola, Javi. — le arreglo el ramo de girasoles que tanto le gustaba. — Que loco todo ¿no? ¡Estoy casada! — muestro el anillo como si pudiera verlo. — Sé que no te agradaba Jack, pero sé que si hubieras tenido más tiempo, lo hubieras amado. Porque...me hace la mujer más feliz del mundo y al final querías eso ¿no? — mis ojos se llenan de lágrimas. —Lamento mucho todo esto. No sé cuándo dejaré de hacerlo. Espero que donde sea que estés, tengas paz y...puedas ver el legado que dejaste en los corazones de muchas personas. — dejo caer mis lágrimas mientras miro al nublado cielo constantemente. — Y espero que perdones a mi madre. Sé que estaba muy loca pero...no es bueno dejar cosas pendientes ¿cierto? Siempre me decías eso. — las tumbas de mis padres no quedan muy lejos pero ya les he traído muchas flores antes de venir aquí.

—Tienes que dejarlo ir...Melanie. —escucho la voz de Jasper detrás de mí. ¿Desde hace cuánto está ahí?

—Jasper... — me sonríe y se agacha también.

—Lamento mucho mi actitud en los últimos días. No quería incomodarte.

—Lo sé, no te preocupes.

—También me costó pero aprendí a dejarlo ir. Tú también debes hacerlo, ahora más que ya tienes una vida al lado del hombre que amas. No lleves eso a tu matrimonio. — coloca la rosa que le ha traído en el jarrón junto a las mías.

—Tienes razón. Es difícil pero... tienes razón. — me seco las lágrimas.

—Cada uno escribe su propio destino. Estoy seguro de que Javi no quisiera que arruines el tuyo dándole tantas vueltas al pasado. Él quería que no renunciaras a tus sueños y no lo hiciste. Mira todo el imperio que construiste. Quería que fueras feliz y lo eres. Te casaste con el hombre que amas y tus hermanos son felices a tu lado. No creo que tengas una mejor etapa. O quizás sí, cuando empieces a tener tus propios hijos. — nos reímos simultáneamente.

—Me da mucho miedo ser madre y no porque crea que seré mala sino...porque no quiero traerlos a este mundo a sufrir.

—Entonces tendrás que hablar con Jack para que organice un vuelo a Marte y así tengas sus marcianitos allá. — volvemos a reírnos.

—¡Qué tonto eres! — le doy un leve empujón de hombro a hombro. — Pero gracias por tus palabras. Significan mucho para mí.

—No siempre se tiene que ser un idiota y yo ya lo he sido bastante.

—Así es. — se ríe. — Bueno, ya me tengo que ir. Tengo que ayudar a mi suegra con la cena de navidad. — apenas lo recuerdo.

—Feliz navidad de antemano.

—Feliz navidad, Jasper. Espero que la pases bien. — me despido, subo a mi auto nuevamente y conduzco hasta mi casa para darme una ducha, cambiarme de ropa e ir a ayudarla con la cocina unas horas más tarde.

7pm.

El pavo está en el horno y la mayoría de las cosas ya están casi listas. Solo falta preparar la ensalada y ya nos estamos encargando de eso. Estoy pelando las patatas mientras ella prepara una deliciosa salsa con una cálida música de fondo. Freddy se encarga de probar y mejorar el aspecto de casi todos los demás platillos.

—¿Puedo hacerle algunas preguntas? —quiero entrar un tema de conversación.

—Por supuesto. Todas las que quieras. —contesta con una sonrisa.

—¿Qué hacía en Filadelfia antes de mudarse aquí?

—Me entretenía comprándome cosas y explorando la ciudad con una tarjeta de crédito que me dio Jack. Empecé a vivir la vida.

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