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- No, lo vas a quemar - rió la chica mientras quitaba la cuchara de la mano del de ojos verdes.
- Bueno, no sé sobre eso - se encogió de hombros, dejando pasar a la chica.
- Yo tampoco y sé cuándo se quema - dió su punto mientras observaba la comida en la estufa.
Un día. Hace solo un día se había ido Sapnap y ya lo extrañaba.
- ¿Por qué estamos cocinando? - habló mientras abrazaba a la castaña por la espalda, envolviendo sus brazos en su cintura; apoyando su rostro en el hombro de ella.
- Porque hay que comer - dijo con burla.
- Exacto, vamos a desayunar afuera.
- ¿Qué? - se giró, separándose del abrazo mientras fruncía el ceño.
- Si, eso.
- ¿Si recuerdas que eres un idiota sin cara? - hizo un gesto con la espátula, señalando las facciones del otro.
- ¿Y? Existen los cubrebocas - sonrió - Por favor.
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- No puedo creer que hagamos esto.
- Bueno, sinceramente me gusta salir - habló en voz baja mientras miraba a la castaña.
- Aquí es cuando tengo que cuidar que no te vean, ¿No?
- Sinceramente, no - se encogió de hombros mientras miraba su vaso de cristal.
- ¿Y si-?
- Cállate y come - levantó su vista con una sonrisa de diversión.
- Solo porque te quiero.
Una sonrisa suave remplazó la de burla.
- Debería estar editando un vídeo.
- Pero viniste a comer conmigo - sonrió mientras metía un bocado a su boca con ayuda de su tenedor.
- Me obligaste a hacerlo.
- Te lo pedí de favor.
- Como sea, Dream - rodó los ojos.
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- ¿Qué? - miró al chico, que solo le daba una mueca.
- Abrázame.
- Fui a desayunar contigo, Clay - acarició el cabello rubio del más alto.
- No importa.
- Tengo que-
- Puedes hacerlo mientras me abrazas - argumentó mientras sonreía.
- Trae la silla - habló en un suspiro, dirigiendo su vista de nuevo a la pantalla de su computadora.
El ojiverde soltó un chillido, levantándose del suelo y jalando la silla de rueditas que estaba a lado de él. Sentándose en un brinco y acercándose a la castaña.
Era muy empalagoso.
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- ¡Terminé! - dijo con una sonrisa mientras estiraba sus manos, mirando al chico que estaba recargado en su hombro y aferrado a su cintura, quien solo le sonrió en respuesta.
- Por fin - cerró sus ojos, sin soltar a la chica.
- No te duermas en la silla - se rió la chica mientras miraba al rubio, apartando un poco de su cabello claro de su frente.
- No me duermo en la silla - habló con los ojos aún cerrados, la chica solo frunció el ceño en respuesta.
- Eso estás haciendo - pudo sentir como Dream negó con su cabeza.
- Me duermo contigo.
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