El Amor Va Por Dentro [Terminada]

CAPÍTULO 15

Ese viernes en la mañana María José no se levantó temprano, como era costumbre; en realidad despertó antes que Daniela, pero ella se veía tan hermosa mientras dormía, que no tuvo valor para pararse de la cama; así que allí se quedó, mirándola, acariciando con ternura los mechones castaños de su cabello despeinado

Cuando Daniela despertó lo primero que vio fue el rostro de María José, su mirada brillante y una de sus más hermosas sonrisas. Daniela la envolvió en un abrazó mientras le decía.

-Gracias mi amor.

-¿Por qué me das las gracias?

-Anoche me hiciste la persona más feliz sobre la faz de la tierra.

-¡Recórcholis! ¿Tan bien hago el amor?

-Eres impresionante haciendo el amor, pero tú sabes que en este momento no me refiero a eso.

-Lo sé, te refieres a nuestros nuevos sueños: tener un perrito y bebés... nuestros bebés.

-Así es.

-Por una mirada radiante como la que tienes ahora, iría hasta el fin del mundo.

-No hace falta ir tan lejos mi amor...., mientras te tenga a mi lado. ¿Me lo prometes?

-¿Qué cosa?

-Que siempre estarás a mi lado -respondió Daniela, con un tono, que casi parecía suplica.

María José quedó impactada con ese tono de voz, y se preguntó en ese mismo instante, qué fantasma acosaba a Daniela para sentirse tan insegura; por más que lo pensaba no lo entendía, cómo una mujer tan exitosa, tan hermosa como ella, podía albergar esa inseguridad con la que su propia madre la había descrito horas antes. María José no quiso preguntarle nada al respecto, le había prometido a Mafe que esa conversación sería privada, pero era obvio que por alguna razón, Mafe había dicho que confiaba en ella, en su amor por Daniela, para devolverle la seguridad que su hija había perdido o que nunca tuvo.

Posando ambas manos sobre las mejillas de ella y mirándola a los ojos, María José afirmó con seguridad.

-Te lo prometo mi ángel; mientras mi corazón siga latiendo, siempre, siempre estaré a tu lado. Te amo con toda mi alma Daniela Calle.

-Y yo Te amo a ti -respondió Daniela, acercando sus labios para besar a María José y abrazarla con todas sus fuerzas.

Al separar sus labios, María José dijo.

-Lo que te dije anoche es un serio; sueño con ver a nuestros hijos corriendo por la casa, haciendo travesuras con un perro, por eso te prometo que, en cuanto lleguemos a Miami, voy a volar con los trámites de la universidad, para tratar de comenzar en enero las clases, en el curso de primavera, juntas, haremos lo que sea necesario para encargar ese primer bebé, por inseminación claro está.

-¿Inseminación?... Yo pensaba encargarlo con el método tradicional.

-¿EN SERIO?

-He debido tomar una foto; la cara de espanto que pusiste fue de antología.

-¿O sea, que nada de métodos tradicionales?

-Ni lo sueñes.

-¿Por qué? -preguntó Daniela.

-Porque tú: eres mía.

>>-Y yo soy tuya, sólo tuya.

María José tenía; lo comprobó con la reacción inmediata de Daniela al escuchar esa frase; en el intenso brillo de su mirada apasionada, cuando con ambas manos, tocó su rostro y la atrajo hasta sus labios para besarla con frenesí.