Capítulo 21

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El joven se encontraba sorprendido por mis palabras.

T/n:  ⎯ ¿Q-Qué pasa? Diría que la más sorprendida fui yo, p-porque seguramente tú tienes muchas chicas detrás tuyo y mejores que yo... N-no sería raro para ti gustarle a alguien ya que eres muy a-atractivo y lindo... ⎯

Mientras yo decía todas esas cosas el chico me miraba mientras se encontraba bastante ruborizado al igual que yo.

Camilo: ⎯ ¿A-acabas de decir que t-te gusto? ⎯

Me percaté hasta ahora de que confesé mis sentimientos hacía él sin darme cuenta, siendo que cuando le mencioné con anterioridad que yo también pensaba mucho en él no sabía si nos referíamos al sentido amoroso, así que si, accidentalmente le dije que me gustaba.

Al escuchar la pregunta de Camilo, me puse mucho más roja que antes y me encontraba increíblemente nerviosa, por lo que comencé a balbucear, tanto así que ni siquiera sabía lo que decía.

T/n: ⎯ Y-yo... ¡No!, digo... ¡Si!... no... bueno, quiero decir... ⎯

Antes de decir una palabra más, Camilo tomó mis mejillas con ambas manos y comenzó a besarme, abrí los ojos como platos al inicio, pero después comencé a dejarme llevar y correspondí el beso, mi sorpresa era tanta que creí que iba a desmayarme.

Camilo Madrigal, un chico popular, atractivo, amable, lindo, agradable ¡Estaba besándome! Sus labios eran tan dulces y el beso tan hermoso que me sentía como si estuviera volando en el cielo.

El chico de cabello rizado se separó del beso, ambos nos miramos a los ojos por un momento y sonreímos.

Por impulso de ambos, volvimos a besarnos, esta vez me levanté de la silla en la cual me encontraba sentada, tímidamente posé mis manos sobre el pecho del chico, él colocó sus manos en mi espalda acariciándola.

Era una sensación maravillosa, este chico es mágico. Y no me refiero a sus poderes de parte del milagro de su familia, sino por sus labios y su tacto.

Ambos nos separamos del beso para tomar aire, nos miramos de nuevo a los ojos sonrojados y sonrientes.

Camilo: ⎯ T/n... ⎯

Cuando dijo mi nombre, escuchamos una voz a lo lejos que provenía de la planta baja de casita.

Alma: ⎯ ¡Familia, todos a comer! ⎯

Camilo y yo miramos a su puerta, después volvimos a mirarnos a los ojos, ambos nos habíamos percatado de lo que hicimos, la voz de la abuela alma nos sacó del trance en el que estábamos por el beso que nos dimos, nos pusimos muy nerviosos.

Lentamente nos separamos, él me soltó y yo retrocedí un poco, él y yo soltamos una risa nerviosa.

Camilo: ⎯ ¿V-vamos? Podemos resolver esto después... ⎯

Su voz pasó de ser muy nerviosa a sonar un poco más calmada y coqueta, al contrario de mí que a penas podía hablar, parecía ser que Camilo tomó más confianza.

Camilo Madrigal x Tú "Eres la luz de mi vela mágica"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora