Camilo Madrigal x Tú "Eres la luz de mi vela mágica"

Capítulo 32

Me desperté dando un salto desde mi cama hasta el piso, entusiasmada corrí a darme una ducha, después me vestí, al terminar fui a desayunar, contándole a mi madre lo qué haría, a lo cual ella estaba muy feliz por mí.

Mamá: ⎯ Cariño, me encanta verte así de feliz, y dime... ¿En dónde será su cita?  ⎯

Hice una pausa al desayunar, dándome cuenta de que Camilo no me dijo en donde nos veríamos.

T/n:  ⎯ Ahora que lo preguntas... No lo sé, él sólo me preguntó si me parecía que saliéramos hoy, pero no me dijo a donde o a que hora... Supongo que será a la misma que ayer...  ⎯

Mamá:  ⎯ Quizá él se dio cuenta de eso y va a venir aquí por ti o irá al mismo lugar en el que ustedes dos se vieron ayer, y por cierto... ¡Te vez bellísima! ⎯

T/n:  ⎯ ¡Tienes razón!, ¡Gracias mamá!  ⎯

Terminé de comer y me levanté alegremente para lavar el plato, pero volví con mi madre al olvidar preguntarle algo.

T/n:  ⎯ Oye mami... Creo que saldré a buscarlo, si él viene aquí a la casa... ¿Podrías avisarle que fui al mismo lugar donde estuvimos ayer?  ⎯

Mamá asintió y yo le agradecí para luego lavar mi plato y de paso el de ella.

Lavé mis dientes y me arreglé un poco, al finalizar salí de inmediato de mi casa despidiéndome de mi mamá.

Llegué al bosque, me puse bajo la sombra del mismo árbol en el que habíamos estado anteriormente Camilo y yo sentados, por lo que me recargué en el y me dispuse a esperar.

⎯ ⎯ ⎯ ⎯ ⎯ | NARRA CAMILO | ⎯ ⎯ ⎯ ⎯ ⎯

Me desperté mucho más temprano de lo que mi familia acostumbra a despertar, por lo que creí que quizá casita estaría de alguna manera con cualquier distracción.

GRAVE ERROR.

Al intentar abrir mi puerta para salir de mi habitación, seguía bloqueada e inclusive casita me hizo retroceder empujándome con el piso, haciéndome caer en mi cama, estuve un buen rato intentando salir pero todo fue en vano.

Camilo: ⎯ Vamos, casita... Déjame salir, tengo que ir con t/n... ella no es como todos piensan. ⎯

Por los movimientos de casita, parecía ser que se sentía mal por mi y que de alguna manera quería disculparse por no poder hacer nada, ya que casita nunca desobedece ninguna orden de la abuela Alma, la cual fue muy clara al no querer dejarme salir... Quizá haya una oportunidad, ¡En el desayuno!