Volverte A Ver

Valentía

Con los equipos definidos, muchos se cuestionaban su participación pero el azabache no dió tiempo para protestar.

"¡Comencemos!" Gritó con ánimo, jalando de la mano a su pareja. Serena sorprendida por la acción del entrenador, siguió sus pasos sin protesta alguna, pero para Calem esto no era así.

Irritado el castaño, salió detrás de ellos seguido de Misty quien era su pareja para esta prueba, pero tan pronto se adentraron en el bosque múltiples Pokémon tipo bicho se acercaron a ellos. Cosa que hizo que la pelinaranja gritara y se congelará momentáneamente, los modales y actitud del oriundo Kalos, le impidieron abandonarla.

"¿Estás bien?" Preguntó a su compañera, pero no obtuvo respuesta debido al shock que atravesaba. Pronto noto como el resto de entrenadores comenzó a adentrarse por el mismo camino. "Espero Serena esté bien." Se dijo así mismo, espantando a los Pokémon cercanos para poder continuar su camino.

Mientras tanto el azabache se había subido a las ramas de un árbol, pues el aseguraba que el brazalete se encontraba arriba.

"¿Estás seguro que ahí está?" Preguntó preocupada la pelimiel ante la posible caída del entrenador. "Además, ¿Cómo te fue tan sencillo subir hasta ahí?"

"No creo que no está acá..." Respondió a la primera pregunta empezando a descender de la copa del árbol. "...la práctica constante, es la respuesta a tu segunda pregunta." Añadió saltando de la última rama, aterrizando de pie. Cualquiera que hubiera visto esa escena creería que era algo tan sencillo y fácil.

Ash se detuvo por un segundo a ver a Serena, por un momento recordó su despedida en el aeropuerto, pero este se vio interrumpido.

"Entonces, ¿Alguna idea de dónde pudo ir ese Pokémon?" Cuestionó buscando a sus alrededores.

"Podría llamarlo, pero creo eso sería hacer trampa..." Respondió acercándose a un árbol. "...quizá haya ido a dónde lo atrapé." Agregó sentándose en el suelo.

Serena se irritó momentáneamente ante las acciones de Ash, así que busco alguna rama para después lanzarla hacia su cabeza.
"Para que haces equipo conmigo si solo te vas a sentar."

El entrenador se sobó levemente dónde había impactado aquél objeto para después ponerse de pie y caminar hasta quedar lo más cerca de Serena.
-Su aroma es tan refrescante.- Pensó para después con una expresión sería dirigirse a la pelimiel.
"Olvide si lo capture aquí o cerca de Johto."

Serena que inicialmente se sintió acorralada, al escuchar la respuesta del entrenador lo empujó con ambas manos para alejarlo de ella.
"¿Por qué no me sorprende?"

Pronto el lugar se volvió mas ruidoso y los primeros entrenadores en verlos fueron Max y Bonnie quienes sin detenerse siguieron adentrándose en el bosque.
"Me cuesta creer que Max ya tiene una liga ganada." Dijo con melancolía el entrenador, mirando alejarse a aquella pareja. "Por cierto, ¿Cuánto tiempo llevas siendo la reina de Kalos?"

La pelimiel ignoró su pregunta, conocía de sobra lo buena entrenadora que era Bonnie e incluso sabia del gran olfato de Dedenne.
"Tenemos que ir detrás de ellos..." Comentó jalando del brazo al entrenador. "...estoy segura que quien ganará el desafío será Bonnie." Agregó con una sonrisa.
Ash rio mientras se reponía y corría a la par que ella, esa era la actitud que quería que todos tuvieran.

Mientras tanto al inicio del bosque Misty se disculpaba profundamente por la escena que había realizado. Pronto comenzaron a correr por la zona en busca de aquel brazalete.
"Ese tal Ash, ¿Es buen entrenador?"

Misty sin detener su paso se sorprendió por la pregunta, pues ella imaginaba que todos los presentes en la fiesta habían viajado aunque sea en una ocasión con el azabache.
"Es como cualquier entrenador, al inicio es muy torpe y testarudo pero conforme aprende de las derrotas se ha vuelto en alguien interesante."

Calem no pregunto más, continúo en su búsqueda de aquel Pokémon tipo volador para reclamar el premio y terminar el juego. No le agradaba la idea que Serena pasará tiempo con Ash.
Dirigió su mano a la cintura en búsqueda de una pokeballs pero pronto Misty detuvo sus movimientos.

"¡No seas aguafiestas, nadie a sacado aún un Pokémon!" Reclamo la pelinaranja, Calem irritado regreso su pokeball a su lugar y siguió corriendo.

En otro lugar del bosque verde, Max emocionado se acercaba a dónde Dedenne daba pequeños brincos en señal de haber encontrado el objeto.
"Te lo dije que Dedenne era el mejor buscando cosas metálicas." Decía orgullosa Bonnie.

Detrás de ellos Serena miro con alegría a su pequeña amiga ganar el segundo juego, pero no todo era alegría. Ash miraba el lugar con seriedad, algo pasaba que no le gustaba nada, pronto se enteró de que era.

"¡Bonnie, Max! ¡No sé muevan!" Gritó tan fuerte como sus cuerdas vocales se lo permitieron. Ambos entrenadores se quedaron quietos al oír el grito ensordecedor. No comprendía que estaba pasando pero ambos sabían que Ash no era de gritar sin razón alguna.

Serena con preocupación giro a ver a Ash pero apenas hizo contacto visual, el entrenador se abalanzó sobre ella callendo ambos en el suelo y rodando unos metros.

Al abrir sus ojos la pelimiel pudo ver el motivo de las acciones del entrenador. Un Nidoking se levantaba frente a ellos, era claro que habían realizado algo que lo molesto.

"¡No lo hagan, estamos en los nidales!" Gritó Ash, los presentes miraron sorprendidos como sin que el girará a verlos sabía que pensaban lanzar una pokeball.
"Está bien, está bien..." Decía en tono calmado acercándose al Pokémon, todos se preocuparon por la integridad del entrenador pero este parecía no tener miedo. Metió su mano a la bolsa de su sudadera y lentamente saco una baya atania, la cuál levantó lo más alto que pudo para que el Pokémon la pudiera ver en su totalidad.

"¿Qué haces Ash? Regresa de una vez" Decía Serena preocupada al notar lo cerca que estaba del Pokémon.

Ash ignoró sus palabras y lentamente ofreció la baya al Pokémon, este la tomo entre sus garras y la comió. El sabor le resultó demasiado agradable que momentáneamente pudieron ver el cambio de expresión del Pokémon.

"Tomen el brazalete y retrocedan lentamente." Ordenó Ash calmado sacando otra baya y entregándola al Pokémon.

Los tres entrenadores obedecieron sus instrucciones y se alejaron casi 10 metros del lugar hasta notar como el Nidoking asentía levemente y Ash regresaba con ellos.

"¡¿Ese Nidoking es del profesor Oak?!" Preguntó Max asombrado por el tamaño y corpulencia del susodicho.

"No, es uno salvaje."  Respondió con tal tranquilidad  que la mente de los presentes colapsó por un momento.

No entendían como este había logrado salir ileso después de confrontar aquella bestia.
"Es hora de avisarle al resto." Comentó para después liberar a Talonflame de su pokeball. "Usa nitro carga para avisar al resto que ya hay un ganador."

El Pokémon de manera inmediata obedeció la instrucción y se elevó por los cielos. Bonnie realizó una seña a Max para comenzar a alejarse del lugar para dejar a solas a Serena con Ash.

Anteriormente la pelimiel se hubiera vuelto un manojo de nervios por las acciones de la pequeña rubia, sin embargo está ocasión apenas su corazón se aceleraba.
"¿Te entretienes?" Preguntó el azabache

"¿Eh? ¿Porqué me preguntas tu eres el de la fiesta?" Contestó empujando levemente al entrenador.

"Es mi manera de disculparme por no contactarlos..." El ambiente se volvió silencioso de manera rápida, Serena se detuvo y giro a ver al azabache. "...es solo que no tenía manera de hacerlo, por eso para evitar que eso ocurra..." Ash llevo su mano a la bolsa de su pantalón y lentamente mostró un teléfono celular. "...¿Me pasas tu número?" Preguntó con una sonrisa que a Serena se le hizo imposible negarse.

Serena tomo el celular entre sus manos y comenzó a registrar su número.
- ¿Eh, eh? ¡Soy el primer contacto! ¿¡Soy el primer contacto!?- Los pensamientos de Serena comenzaron a ser un caos.
Torpemente registro su número, en una travesura la pelimiel a su nombre de contacto añadió un corazón antes de entregar el teléfono a su dueño.

Ash al ver el nombre de Serena registrado con un corazón no pudo ocultar su felicidad mostrando una sonrisa torpe que provocó a Serena reír.

"¡Vamos te deben estar esperando!" Comentó Serena empujando levemente a Ash para después comenzar a caminar de regreso. Por alguna razón la pelimiel mostraba una sonrisa que sería difícil de borrarle.