La noche fue eterna, no pude cerrar los ojos, cada vez que lo hacía la silueta del cuerpo de May venía a mi mente. Durante mis viajes siempre había reprimido mi curiosidad por el físico de mis compañeras, pero está ocasión no lo logré. Me levanté de mi cama y salí de mi habitación, las luces de los demás cuartos estaban apagadas y las puertas cerradas, suspiré aliviado y baje las escaleras hasta la cocina.
Todo se veía tan normal y tranquilo, que el sentimiento de culpa volvió a invadirme. ¿Cómo me había atrevido a espiar a mis amigas?
Serví un vaso con agua y regrese a mi habitación, todo seguía normal o eso era lo que creía. Al abrir la puerta de mi cuarto me tomé con ropa interior tirada en el suelo. Sorprendido por la imagen frente a mi, deje que se cayera el vaso en el suelo, provocando que este se rompiera con un gran estruendo.
— ¡¿Qué carajos paso?! —Grité.
El sonido del vaso romperse acompañado de mi grito, había logrado despertar a mi madre, quien salió de su habitación exaltada.
— ¿Que ocurre Ash? —Preguntó aún con los ojos entrecerrados.
— ¡Nada, se rompió el vaso! —Respondí entrando a mi habitación. — Creo que voy a juntar los pedazos grandes y mañana levanto los más pequeños. —Agregué cerrando mi puerta, recargandome sobre está. Espere a escuchar el sonido de la puerta de mi madre cerrarse y empecé a levantar los vidrios. — Esto tuvo que ser obra de Dawn o May, no hay otra explicación.
Tras levantar los pedazos de vidrios más grandes y tirarlos en el cesto de basura, camine a mi cama pero empecé a notar algo extraño.
¡Había alguien acostado en mi cama!
Camine lentamente procurando no hacer ningún ruido, cuando estuve lo suficiente cerca, jale la cobija, exhibiendo a quien estaba acostado. Pero para mayor sorpresa mía, lo que estaba en mi cama era una maleta llena de ropa. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y cuando menos me lo esperaba, algo apretó mi tobillo.— ¡Ahhh!
— Eres tan fácil de espantar. — Comentó May saliendo de abajo de mi cama.
— ¿Porqué lo hiciste?
— No lograba dormir, vine a verte pero tú habitación estaba vacía. Así que decidí hacerte una broma. — Respondió sentándose en el borde de mi cama. — Sigues siendo el mismo Ash de ese entonces.
— ¿A qué te refieres? —Pregunté molesto, levantando la ropa interior y metiendola en la maleta.
— Sigues siendo inocente y tímido.
— ¿Eh?
— Teniendo dos chicas en tu casa, con tu mamá dormida y lo único que haces es ir por agua. ¡Jajajaja! Dudo que haya otro hombre con el mismo nivel de resistencia.
— ¡Tch! No hubiera actuado igual si mi madre no estuviera en casa.
— Como sea, es hora de regresar a mi habitación. —Contestó May, levantadose de la cama y caminando a la puerta. — Mañana me bañaré temprano, por si quieres mostrarme que no eres un niño todavía.
— ¡Sal de aquí! —Respondí lanzandole una almohada mientras ella cerraba la puerta.
Me acosté en mi cama y cerré los ojos, por alguna razón logré dormir está vez.
Al día siguiente me levanté casi al medio día, se escuchaba demasiado ruido en la casa, era obvio que aún seguían May y Dawn. Camine al baño dispuesto a tomar una ducha, abrí la llave de la regadera y finalmente me bañé.
Al salir de esta y dirigirme a mi habitación, escuche a Dawn y May despedirse de mi madre. Baje al comedor sólo con una toalla que cubría la parte inferior de mi cuerpo.
— ¿Ya se van? —Pregunté mirando a mi madre.
— Van a conocer un poco de la región, deberías cambiarte y acompañarlas.
— Hoy tengo que trabajar y lo sabes. —Respondí subiendo las escaleras.
Subí de vuelta a mi habitación y me vestí con un pantalón vaquero y una camisa de vestir de color negro. Odiaba tener que vestirme de esa manera, pero la batalla frontera se encontraba con números bajos de visitantes, así que Scott me había ordenado buscar talentos jóvenes e invitarlos a tomar el desafío.
"Una apariencia sospechosa, nos hará tener más clientes."
Eran alrededor de las cinco de la tarde, me encontraba en la plaza de Ciudad Verde. No encontré ningún talento, todos eran niños que salían de clases y competían entre si, camine otro poco hasta que me tope una escena singular.
Un Absol contra un Blastoise, los entrenadores de ambos Pokémon parecían no ser de Kanto, la manera de vestir de ellos contrastaba con el resto de transeúntes. Me acerque más al lugar y note que el dueño de Blastoise era Tierno, sin embargo el otro entrenador me era desconocido. El otro entrenador fácilmente era diez centímetros más alto que yo, su físico era esbelto y su ropa podía jurar que era de diseñar.
El combate de desarrollaba en los parámetros promedio, empecé a perder el interés en este, así que di media vuelta y la ví a ella.
Quedé inmóvil, ella venía vestida igual que cuando la conocí en Kalos, incluso su cabello está del mismo largo. Ella corría en dirección al campo de batalla, creí que pasaría de largo, pero se detuvo frente a mi.
— ¿Disculpa, nos hemos visto antes? — preguntó, ahora que la tenía cerca notaba que ella era un poco más baja que yo.
— Tengo la misma sensación. ¿Cómo te llamas?
— Serena, soy de Kalos vinimos a visitar a un amigo.
— ¡Vaya! Cómo haz cambiado. — fingiendo sorpresa por la revelación— Yo soy Ash, me sorprende que no me reconocieras.
— Eres más alto que yo ahora. —respondío mirándome de cerca. — Incluso me atrevería a decir que has adelgazado.
— El estrés de oficina.
— ¿Oficina? ¿No eres entrenador?
— Lo deje hace un año, hoy en día soy oficinista. Tiene buen sueldo y horarios flexibles. — Respondí con una pequeña mentira.— Y tú ¿Cómo has estado? ¿Lograste ser la reina de Kalos?
— ¡Obvio! —Respondió dando una vuelta sobre su eje y finalizando con una leve reverencia— Actualmente soy la reina de Kalos. —Siguiendo su juego, hice una reverencia al escuchar que permanecía invicta.
— ¡Asombroso! Espero verte en mi fiesta.
— ¿Ya te vas?
— Si, se me olvidó escanear unos documentos en el trabajo, pero cuando gustes puedes verme en pueblo Paleta.
— Vale, nos vemos. — Respondió abrazándome.
Apenas nos separamos, camine en dirección contraría y me aleje del lugar. No había mentido, tenía que ir a ver a Scott y explicarle que me tomaría días libres. Sé que lo entenderá, pero igual estoy nervioso, apenas hace dos meses me contrato como cerebro de la frontera y ya le pediría días libres.
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Volverte A Ver
RandomDelia decide organizar una fiesta a Ash avisándole tres días antes, provocando que Ash tenga encuentros con viejos amigos y rivales. Múltiples situaciones de comedia se darán, pero ¿Habrá espacio para el amor o las chispas se habrán apagado?