- ¿Lance?
Walter se había relajado con un baño caliente. El dolor en su cabeza empezaba a disminuir gradualmente, pero ahora era su estómago quien no lo dejaba descansar. Salió del baño y tras ponerse algo de su ropa normal, tomó la chaqueta que había tomado por la mañana del cuarto de Lance y se la colocó buscando un poco de consuelo en aquella prenda.
Buscó a Lance por la casa, pero al asomarse al garaje y no encontrar su auto, dedujo que se había marchado.
Los pensamientos de Walter no dejaban de girar sobre la mañana, aquel momento con Lance parecía todavía que era un sueño, pero las marcas en su cuello le decían que realmente había pasado, y el rostro petrificado de Lance le hacía querer olvidarlo todo.
Después de un sencillo cereal como desayuno, se sentó un momento en el sofá y empezó a pensar en la situación.
Nunca imaginó que algo así le podría pasar con el hombre de sus sueños, pero tampoco quería solo ser un juguete de desahogo para él.
¿Desahogo?
¿Podría ser?
Desde que Walter se había mudado con Lance, parecía que el mayor había dejado de pasar tiempo con Marcy. Siempre estaban juntos y quizás eso estaba afectando al mayor. Quizás por eso había ocurrido lo que fuera que hubiese ocurrido la noche anterior.
El mismo Walter sabía que pensar de esa forma era ridículo, pero por ese momento, fue lo único que su cerebro pudo hacer para mantener un poco la cordura.
Poco a poco vinieron a su cabeza todo lo que Lance había hecho por él en su propia casa, seguro que tenía demasiada tensión y estrés con tan solo imaginar que un día el joven científico incendiara su casa por accidente. En ese momento, y tras esos pensamientos a los que Walter se estaba aferrando, creyó que solo le estaba causando molestias al mayor y su conciencia empezó a afectarlo.
Tras esos pensamientos, instintivamente metió las manos en los bolsillos de la chaqueta del agente mayor cuando sintió un papel en uno de ellos. Tomó el pedazo de papel y lo leyó, parecía ser un pedazo de fórmula química y no tardó mucho en darse cuenta de lo que realmente era. Ya sabía porqué la agencia no había podido descubrir nada de su caso.
Corrió al garaje para buscar sus apuntes y encontró lo que buscaba. Alguien había robado a duras penas un pedazo de la página de la fórmula de las burbujas antiarmas y había desarrollado una forma de destruirla.
Eso debía ser imposible.
La mente de Walter empezó a trabajar a mil por hora, no podía quedarse más tiempo así. Todo su trabajo estaba en juego. Había estado pensando todo ese tiempo que los misiles que habían usado eran más resistentes, quizás otro tipo de arma, pero era algo más.
La persona que lo atacó no iba solo contra de él, era algo más grande.
- ¡Lovey! ¡Tenemos que irnos!
Walter subió por un poco de ropa, guardó todos los experimentos que pudo, e hizo una llamada. Salir así era un riesgo, pero si su teoría era correcta, debía regresar a la agencia.
- Lo siento mucho, Lance.
Tras esas últimas palabras, salió de la casa y cerró la puerta, dejando una pequeña caja con una nota encima sobre la mesa.
Con todo el cuidado que pudo, llegó al lugar acordado con Felicia donde ella misma lo recogió.
- ¿Estás seguro de que quieres hacer eso?
- Es la única opción.
- ¿Por qué no dejas que Lance te ayude?
- No puedo involucrarlo más en esto, fue mi error dejar que alguien robara mis apuntes sin darme cuenta, ahora debo resolverlo yo mismo.
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Amor entre espías (Walance)
FanfictionWalter Beckett, científico genio y agente de campo, pocos habían logrado llegar a ese nivel a tan corta edad, pero el era el único en convertirse en compañero del aclamado espía Lance Sterling. Walter había revolucionado el espionaje al lidiar con l...