CAPÍTULO 12

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Un hombre comenzaba a despertar y a escuchar voces a lo lejos.

—Jefe, ¿qué piensa hacer con él? —pregunta viendo al hombre atado de pies y manos acostado en la cama.

—Haré que firme los papeles y lo mataré —contesta con odio.

Al escuchar la palabra matar, el hombre reaccionó que estaba en peligro y siguió fingiendo que estaba inconsciente, al parecer su vida dependía de su mejor actuación.

—Así que en cuanto despierte avísame para hacerlo firmar —advierte.

—Y no cree que sospecharan de usted —tenía cierto temor de lo que podría pasar si los descubren. 

—No, bien nos podemos golpear y decir que nos atacó el Alacrán. Que estaban escondidos en mi cabaña. Los demás hombres están muertos y no dirán nada, ellos nos van a creer ya que he sido un buen ciudadano y me he portado bien —dice con total sarcasmo y empiezan a reír —así que avísame cuando éste desgraciado despierte —y los dos salen de la habitación.

—¿Por qué lo odia tanto? —preguntó el hombre ya estando fuera del cuarto, queriendo entender razones de por qué iban a matar a ese hombre.

—El maldito me robó mis tierras —dice simplemente.

—Pero tengo entendido que su padre las vendió —a éste hombre lo había contratado en la ciudad y no sabía nada de lo sucedido.

—¡Eso no es cierto!, él se aprovechó de la borrachera del viejo e hizo que se las vendiera —haciendo puño sus manos.

—Pero entonces también tendría algo contra Off, ya que tengo entendido que fue el que ayudó con la venta —razonó el hombre.

—Sí, después de hacer valer esos papeles, igual me encargaré de él, primero despediré a ese inútil comisario y luego me desharé de Off.

—Ya tiene planeado todo jefe.

—Sí, incluso voy a conquistar a ese lindo chico que tiene por hijo ese desgraciado, me entere que es Doncel, así que, bien puedo ayudarlo a superar su tristeza y enamorarlo, así mato dos pajaros de un tiro: me quedo con la hacienda y con el hijo de Kanawut además de todo su dinero, que no es nada pequeño por lo que pude investigar —comenzaron a reír maliciosamente —vigilalo y me dices cuando despierte.

—Sí jefe.

Alexander rogaba a todos los dioses para que saliera bien librado de esto, igualmente estaba pensando cómo poder escapar de ahí aunque estaba seguro que no saldría victorioso. Maldecía el no haberse querido ir con Off cuando éste se lo pidió.

 Maldecía el no haberse querido ir con Off cuando éste se lo pidió

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Jefe, ¿por qué los lleva en sentido contrario de la cabaña del señor Supassit? —susurra bajo para que no escucharán los demás.

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