CAPÍTULO 5

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—Llama a Gulf que necesito hablar con él —dice Eye llegando como si fuera la dueña de la mansión.

La Nana, enojada porque ni siquiera le saludó, estaba a punto de correrla de ahí pero no se iba a bajar al mismo nivel que ella.

—Buenos días, señorita, lo siento, pero mi niño Gulf no está —dice educadamente.

—¿Y dónde está? En la empresa me dijeron que hoy no se presentó a trabajar —seguía con una actitud prepotente.

—Eso no se lo puedo decir —ya queriendo correr a esa mujer que se atrevió a menospreciar a su niño.

—¡Mira, gata igualada!, tú a mí me obedeces y me dices dónde está en este momento, sino quieres que cuando sea la dueña de esta casa te corra a patadas —ya enojada le grita a la Nana.

Y es que ya había ido a la empresa pero solo le dijeron que no se habían presentado a trabajar los señores. Ella intuía que estaba en la mansión llorando porque lo había dejado, y claro, ella venía a consolarlo y a tenerlo otra vez comiendo de su mano. Pero la realidad era otra y eso ya le estaba molestando.

—¡Jah! ¿Usted, correrme a mí? —ríe con ironía y se señala con el dedo índice—, el señor Alexander dice que primero él sale de esta casa antes que yo, así que no me moleste más jovencita y salga ahora mismo de esta casa, que por cierto, ya no es bienvenida. Y déjeme trabajar agusto —Beatriz ya no pudo más y explotó, aunque no como quería.

—¡Maldita gata! ¿Ya veremos quién sale de aquí?, ¡¿me las pagarás?!, te estás tomando atribuciones que no te corresponden, deberías aprender cuál es tu lugar —Eye comenzó a gritar.

—La que debería aprender educación es usted, aquí ya no es bienvenida desde que menosprecio a mi niño y me alegra que no lo haya encontrado, así que si me permite, salga ahora mismo que hay gente que sí trabajamos y usted nos está estorbando —poniendo en su lugar a Eye.

—¿Pasa algo? —pregunta el guardia de seguridad que al escuchar los gritos entró inmediatamente.

—Nada, Jaime, acompaña a la "señorita" ya se va —Eye, enojada, sale de esa casa sin esperar que el guardia la acompañe.

—¿Por qué estabas peleando con la novia del joven Gulf? —pregunta el guardia algo preocupado, ya sabía cómo era esa joven y le dió algo de miedo que fueran a correr a Beatriz.

—Esa joven ya no es la novia de mi niño y te voy a pedir que ya no la vuelvas a dejar entrar, ya no es bienvenida aquí —Beatriz toma un suspiro profundo y se dirige a la cocina.

—Esa joven ya no es la novia de mi niño y te voy a pedir que ya no la vuelvas a dejar entrar, ya no es bienvenida aquí —Beatriz toma un suspiro profundo y se dirige a la cocina

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—¡Ahh, maldita criada! —entra Eye al auto de su mejor amiga muy enfurecida.

—¡¿Qué te pasa?! ¿Por qué gritas y golpeas así mi auto?

—Esa maldita criada, que se atrevió a insultarme y levantarme la voz, pero ya me las pagará cuando sea la esposa de Gulf —seguía muy enojada y segura de que sería la señora Kanawut.

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