13 de junio del 2018.
Cuando me molestó, tiendo ha alejarme hasta tener la cabeza fria, llámenme inmadura pero no me gusta hablar cuando tengo la molestia al 100% .
Pero ha Easton no le importaba eso.
—¡Pero, ya te lo expliqué!—exclama abiertamente y tenso los puños.
Hace unas semanas las publicaciones de su amiga Olivia sobrepasaron al nivel de mensajes de texto donde la atacada era yo, donde se refería hacia mi como alguien insuficiente y sin valor y que no entendía porque Easton estaba conmigo.
Ignore las publicaciones en un intento de ser madura, pero el que la chica no calabore y me sigue enviando fotos de ambos solo aviva mi cólera.
—No me importa, no me gusta esa amistad porque estás viendo lo que está haciendo y no haces nada—espetó—si no quieres seguir, dejemos esto hasta aquí, no voy a estar con alguien el cual deja que personas externas a esta relación se metan.
Me cruzo de brazos y suspira.
—Yo te amo a ti ¿eso no es suficiente? No le tienes que hacer caso por ella es así, está loca—exclama.
—No me importa si está loca —replicó—¡Ella no se quiere mantener al margen, no te respeta por que se mete en esta relación!
—¿¡Y que hago!? —grita—¿¡le tengo que dejar de hablar para que estés feliz?!
Niego con la cabeza.
—Me voy, hablamos después—cojo mi mochila de la escuela y salgo de la casa de Lisa donde ella nos encerró para una intervención.
Me despido con la mano hacia ella y casi corro hacia mi casa dejando a Easton atrás solo necesito estar sola hasta que se me pase esto.
🖤
Llego a mi casa y como ya es normal no hay comida en preparación como tiempo atrás, mi papá no está y mis hermanos están jugando debido a que hoy no fueron a la escuela. Suspiro y veo que puedo preparar, por lo menos mi mamá transfirió esta semana y mi padre compro algo sólido que podamos comer.
—¿Desayunaron?—le pregunto a mi hermana y asiente.
—Pan con gaseosa.
Reprimo mi molestia, pan solo con un vaso de gaseosa no es lo que un niño debe comer dos veces al día y menos lo que un padre debería darle de comer, pero mi padre solo se preocupa por comprar sus cajas de Pallman color verde de viente cigarros.
Suspiro y hago lo mejor que sé hacer y es pasta, mis hermanos me miran con ojos brillosos cuando les sirvo sus platos y como con rapidez ignorando el dolor de estómago. Lavo los platos y sonrió cuando veo mi móvil en la habitación.
Lo tomo y enseguida marcó el número de mi mamá.
—¿Mami? ¿Me escuchas? ¿Cómo estás?—reprimo el sollozo mordiéndome el labio.
—Mi amor estoy bien... solo cansada y con dolor de cabeza—escucho su voz apagada.
—¿Por que? ¿No estás durmiendo bien? Dile a tía que te dé algo para el dolor...
—No estoy con tus tías—la escucho solllozar y arrugo las cejas—ellas no me recibieron, me dejaron tirada en una habitación más pequeña que un baño y con un billete que no me alcanzó para nada.
Empiezo a llorar con todo lo que relata mi madre, mis tías emigraron meses antes que ella y ya estaban establecidas. Me cuenta que no le brindaron ayuda, la dejaron en la calle a ella, que es su hermana y que siempre las ha ayudado la dejaron en una habitación donde le cobran más de la mitad del sueldo, es pequeño, frio, en pleno invierno en un país desconocido, le dieron la espalda.
Me hecho a llorar con ella por que yo no sabía nada de esto y hace dos meses que no está, lloro todo lo que puedo y le digo que estará bien, que ella puede, esta sufriendo, la esta pasando muy mal tanto que me rompe el corazón.
Me dice que está compartiendo la habitación con una chica que conoció, es una litera, por lo menos comparten gastos.
—Estoy ahorrando mi vida, para que cuando ustedes se vengan tener un para pagar el depósito de un apartamento y no tengan que estar aquí donde estoy—sorbe por su nariz.
—No te preocupes mami—me limpio las lagrimas.
—Conocí a un señor que...—se le entrecorta —me regalo dinero... luego de que con una pregunta me haya puesto a llorar—ríe entre lágrimas—le prometí que le pagaría en cuento tuviera como.
—Se que lo harás...
—Cuídame a los niños por favor, sabes que yo solo cuento contigo, tu padre está mal...
—Sabes que los cuidare mami, tranquila—suspira—sobre eso, el...
—¿Alo? ¿Mi amor?—miro el móvil y noto que dice reconectando, maldito Internet.
—¿Mami? ¿No me escuchas?
—¿Alo? ¿Aloooo?
Reprimo las ganas de llorar cuando la llamada se corta y veo a mi papá en la puerta mirándome fijamente.
—¿Que hablaste con tu madre? ¿Por que no me dijiste que llamo? ¿Por que no le dijiste que contestara los mensajes que le envío?—sisea cada pregunta con rapidez antes de arrebatarme el móvil de las manos—estás castigada no te quiero ver con el móvil.
Abro la boca con indignación.
—¿Castigada por que? ¡Estoy haciendo tu trabajo cuidándonos ¿y tu me castigas?!—grito incapaz de callarme—¡ni siquiera nos dejas hablar con ella y aún cuando lo hago me castigas!
No responde me mira pero no habla, se lleva el móvil a la oreja y al ver que la llamada no conecta empieza a hablar una y otra vez enviando notas de voz que mi madre no escuchará.
Suspiro, quiero desaparecer.
🖤
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ANÓNIMA
Non-Fiction«¿Esta historia? Un poco rara, corta, quizás triste pero definitivamente... Una mierda, tú vez si la quieres leer Sabrás mi vida pero nunca mi nombre»