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20 de Mayo del 2018.

—¿Que hacen?—pregunto a mis amigas una vez entro al salón de clases.

—Chismeando—murmura Kyle.

—¿Sin mi?—hago un puchero y todas ríen mientras me siento en mi lugar.

—No hay nada bueno que contar, nada que no sepamos ya—suspira Lisa.

—Si, la gente ya no quiero hacer él ridículo por lo nos dejan a nosotras sin nada de que chismear.

—¡Naya!—la regaño y todas reímos.

—¿Que? Es la verdad—me mira con ojos inquisitivos—vivo del chisme y si no fuera por lo que nos contaste hace unos días no estaría respirando justo ahora—dramatiza Naya.

—Si bueno, si sé algo nuevo se los dire ¿vale?—todas asienten a la vez que la profesora entra al salón y le da inicio a la clase.

🖤

Es medio día cuando llego casa con mis hermanos, como se está haciendo costumbre no hay almuerzo listo ni tampoco lo esta preparando mi padre, suspiro y voy a la cocina a ver qué podemos comer.

Mientras mis hermanos se cambian de ropa reviso todo pero no hay nada que pueda hacer, mi papá olvido hacer la compra, otra vez.

Suspiro y salgo de la casa yéndome hacia la casa de al lado donde vive mi primo es mi única salvación a esta hora que está solo.

Toco la ventana y justo la abre mostrándome que esta cocinando.

—Hey, ¿cómo estás?—me pregunta y suspiro queriendo llorar y él lo nota—¿otra vez?—asiento—espera que termine y voy para allá ¿bien?

—Por favor—se me quiebra la voz y voy hasta a mi casa.

Una vez dentro dejo que las lagrimas se deslicen por mis mejillas, esto no me tendría que preocupar a tal magnitud a mi, yo soy menor y él es nuestro padre ¡está a cargo de nosotros!

Ni siquiera soy mayor de edad, ni está en casa y cuando llegue será como siempre, oliendo a cigarro y sin el dinero que se supone que mi mamá nos envía para los gastos por que según el «lo gasta en trámites» Trámites que nunca he visto.

Unos minutos más tarde tocan la puerta a mis espaldas desde que entre me senté en el suelo con la espalda apoyada en esta y no me fije que el tiempo pasó rápido, «tampoco es que haya tenido como ver el tiempo»

Me pongo de pie y abro la puerta, mi garganta se seca y los ojos me arden cuando veo el gran tazón de comida que Tony «como le decimos a mi primo» , me trajo.

—Toma, coman lo que pueda. Sabes que lo hago por que en casa no hay nadie a esta hora—asiento frenéticamente mientras le cojo el tazón.

Tony es sobrina de mi tía, esposa del hermano de mi mamá, no compartimos sangre y la familia de mi tía con la que vive no es muy buena que digamos. El y yo hemos congeniado incluso más que con nuestros primos con los que compartimos lazos sanguíneos.

Ha sido un gran apoyo y a pesar de ser más mayor que yo lo tratan como un sirviente en esa casa, teniendo en cuenta que esas personas no llegan hasta muy tarde no sé qué sería de mi sin el.

—Gracias—murmuro con los ojos nublados.

—No importa, sabes que no me cuesta nada—afirma—ahora coman más tarde vendré por ti para que vamos al monumental.

—Claro, esta bien.

Una vez se va yo me dispongo a comer con mis hermanos lo que mi primo me trajo, «está delicioso, como todo lo que me trae» tener algo sólido en el estómago me da fuerza, aunque para nada en realidad. Comer pan con gaseosa de desayuno y cena no es una gran fuente de energía.

Escucho la puerta de la entrada siendo abierta y segundos después la figura de mi padre nos mira de soslayo entrando al comedor. Tomo la única presa de pollo que tengo debido a que le di la mayor cantidad de comida a mis hermanos, me la llevo a los labios pero antes de tan siquiera poder olerlo la mano de mi padre me arrebata el pollo llevándoselo a la boca comiéndoselo.

Lo miro pero me ignora saliendo del comedor, quiero llorar ya que me quito lo único sólido que he comida en días.

«Yo busque la comida no el» Y me la quito como si de un juego se tratase cuando el no se ha preocupado por alimentarnos bien en más de un mes...

Trago el nudo en mi garganta y mi hermana me mira queriendo tenderme un trozo de su pollo pero niego con la vista nublada porque no quiero que deje de comer lo más firme que quizás tengamos en otros días.

Mis hermanos tienen diez y cinco años, no me creo que tengamos que vivir esto con el, antes no pasaba así.

🖤

ANÓNIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora