Minho estaba sentando en una silla de aquel viejo bar que tanto le gustaba visitar los fines de semana, tomaba una cerveza mientras veía como las demás personas se divertían con sus amigos, bailaban, cantaban y disfrutaban de la noche, el en verdad amaba ver la felicidad plasmada en el rostro de las personas.
mientras recorría el gran bar con su vista, escucho como la campanilla de la puerta sonó, avisando que alguien nuevo entraba al lugar donde la libertad y la felicidad rondaba, posó sus ojos en aquella persona, perdiendo el aliento inmediatamente.
durante toda su vida, había visto chicos y chicas demasiado lindos, rostros perfectos, sonrisas perfectas, cuerpos perfectos, simplemente perfectos.
Hasta esa noche, la cuál empezó a dudar si todas esas hermosas personas que había visto antes en serio merecían ser llamadas "perfectas" por qué aquel chico que había cruzado la puerta y ahora estaba caminando hacia una silla cerca a la suya, sobrepasaba los límites de lo que minho conocía como perfección, o tal vez el solo se había hecho una pequeña idea de lo que era la perfección, pero no había tenido la oportunidad de conocer lo que realmente era hasta esa noche.tuvo que parpadear varias veces para volver a la realidad, tomo una gran bocanada de aire y miró su cerveza, para después dirigir de nuevo su mirada al chico que ahora estaba sentando aproximadamente a un metro de el, hablando con el mesero, minho regreso su mirada a su cerveza y le dió un sorbo largo.
De repente, un género musical que minho amaba empezó a sonar por todo el bar, varias personas se levantaron a bailar, pero esta vez, el no se dedicó a mirar como la gente disfrutaba de la música, no como amaba hacerlo, la maldita reacción que tuvo su cuerpo fue mirar al bonito chico de nuevo, minho sonrió y tímidamente se levantó de su silla, el en verdad no sabía que era lo que estaba haciendo, solo seguía su instinto y corazón, y eso es algo bueno, ¿no?
cuando estuvo justo al lado del chico, estiró su brazo haciendo que su mano quedará lo suficientemente cerca para que el chico lo notará, cosa que funcionó, ya que aquel hombre que había captado su atención desde que sonó la campanilla lo miro un poco confundido.
-¿quieres bailar?- minho intento que su voz sonara fuerte y clara, sin una pizca de todo el nerviosismo y timidez que ahora consumían su cuerpo y casi por completo su alma.
-¿bachata?- el chico rio tímidamente.
-¿por favor?- minho movió su mano un poco más cerca y el chico lo miro sonriendo, para después aceptarla y levantarse de su silla.
Minho sintió que su corazón latía desenfrenadamente, no entendía por qué hacía eso, es verdad que le encantaba ver a la gente bailar, y el amaba bailar, pero la regla era que lo hacía en su cuarto, solo, sin nadie que lo observará, pero ahora estaba rompiendo todas sus propias reglas solo por darse el gusto de disfrutar la noche con el chico más lindo que sus ojos habían visto, se había parado justo al borde de un precipicio.
-¿puedo?- pregunto bajito, refieriendose a si podía tomar la cintura del contrario.
-puedes.- respondió el contrario, mientras pasaba ambos brazos por los hombros de minho.
empezaron a bailar al ritmo de la música, una canción muy romántica y lenta a decir verdad, que poco a poco los obligó a pegar sus cuerpos cada vez más, y para sorpresa de ambos, la química que se formó mientras bailaban parecía de otra galaxia, cosa que los hacía sonreír en medio de la canción.
-bailas muy bien.- susurro minho mientras apretaba un poco más su agarre en la cintura del lindo chico.
-solo es porque estoy bailando con alguien que lo hace muuuy bien.- respondio el contrario, posando su mirada en los ojos del chico, viendo cómo se perdían gracias a una gran sonrisa que había provocado.
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minsung one shots
Hayran Kurgusolo escribo one shots del minsung cuando estoy aburrida, espero que les guste.