Harry absorbió el impacto y cayeron al suelo con un ruido sordo. Lazz le dio varios golpes duros antes de darse cuenta de que su hermano, al tiempo que se protegía, no se los devolvía.
—¡Pelea, canalla! —gritó—. ¡Dame una excusa para destrozarte por robarme lo que era mío!
Antes de que Harry pudiera contestar, Sev y Nicolo aparecieron en la sala de reuniones y los separaron. Estalló un murmullo de voces, algunas en inglés, más en italiano. A través de la masa de cuerpos, Harry vio a ____ de pie a un lado con expresión horrorizada. Pero mostraba la determinación de enfrentarse a las consecuencias de sus actos, igual que iba a hacer él.
—¿La has tocado? —demandó Lazz—. ¿Le has puesto las manos encima?
—Teniendo en cuenta las circunstancias, fue inevitable —Harry tanteó el labio partido e hizo una mueca—. ____ y yo nos hemos casado.
Un silencio incrédulo dominó a todos durante unos segundos antes de que volviera a desatarse el caos. Vittorio Romano se puso de pie. Ariana comenzó una discusión acalorada con él, pero Harry vio que no serviría para nada. Ya podía despedirse de esa cuenta. Sin embargo, algo que dijo Ariana debió de surtir efecto, porque Vittorio titubeó y luego, con gran renuencia, apuntó en la dirección de Lazz.
Y entonces sucedió algo muy extraño. Ariana miró a Lazz, quien seguía centrado en su hermano, esbozó una sonrisa peculiar y asintió.
—Sí, es él.
Eso fue lo que oyó Harry en una breve quietud en los gritos.
Vittorio se abrió paso entre los hermanos que discutían y se acercó a él.
—Arregla esto —advirtió—. Luego, llámame.
Harry no tenía idea de lo que acababa de pasar, pero aceptaría la ayuda que los dioses quisieran ofrecerle.
—Tienes mi palabra. Con el tiempo, esto se arreglará solo.
—Que sea pronto —aconsejó Vittorio.
En cuanto los Romano se marcharon, Lazz giró hacia ____ y Harry captó la decisión en los ojos de su hermano. Se incorporó de un salto para interponerse entre los dos. Sev y Nicolo se movieron con la intención de bloquearle el paso, sujetándolo.
—Es lo mínimo que le debes —gruñó Nicolo.
—No le debo nada. No sabes lo que hizo —incapaz de liberarse, Harry juró con violencia—. Te lo advierto, Lazz —bramó en italiano—. No te acerques a mi esposa.
Lazz le lanzó una mirada burlona por encima del hombro y fue al lado de ____. Harry comenzó a debatirse con fuerza, sospechando lo que iba a suceder.
—Lo siento —oyó que decía ____—. Te juro que lo que pasó no estaba planeado.
—No por ti —convino Lazz—. Por curiosidad, ¿con quién te casaste anoche?
Ella frunció el ceño confusa.
—Con Harry.
—¿Con Harry... o con Harry haciéndose pasar por mí?
De pronto ella lo entendió y las lágrimas que brillaron en sus ojos desgarraron a Harry.
—¿Importa? —inquirió despacio—. Está hecho.
Él vaciló un momento antes de asentir.
—Es justo. Pero me gustaría saberlo. ¿Cuándo supiste que se trataba de Harry y no de mí?
Este se quedó quieto cuando sus ojos se encontraron con los de ____. El ímpetu de la lucha lo abandonó mientras esperaba que les contara lo que había hecho. Sus mentiras y su engaño. Que algo frágil y único muriera antes siquiera de tener la oportunidad de ganar fuerza y poder. Lo había estropeado. Había roto algo de valor incalculable al tiempo que ponía en peligro los vínculos de la familia. Y no sabía si podría arreglarlo.