Volver a nacer

Sin lívido

Dave estaba cómodamente en un sofá en casa de su novia esperando a que ella saliera del "tocador". él estaba con una sonrisa en los labios, por fin tendría sexo con Jade; ya le había costado mucho tiempo tenerla además de que tiene algunas características que le atraen en las personas (creo que eso quedo muy en claro)
-¡Dave! -llega corriendo y se sienta en las piernas de su novio.
-Ten cuidado Jade. puedes lastimarte
de forma alegre y coqueta lo besa, a Dave se le hacían extraños los besos de esta chica pero pensaba que eran especiales por el simple hecho de que sabía besar. Los besos se hicieron intensos, sus manos se pasaban por el cuerpo del contrario hasta que hubo un punto sin retorno, estaban desesperados y decidieron ir al cuarto de Jade; siguieron con sus juegos, risas y caricias mientras se quitaban la ropa. Se decían cursis palabras hasta que llegó el momento de estar unidos.
"Me he equivocado, otra vez".
El rubio se decía entre sí mismo al tener su miembro dentro de su pareja, no sentía nada en especial en este sexo. La sacó poco a poco y se separó de ella.
-¿Que te ocurre?- decía su novia acercándose a Dave.
-Esto no funcionara, aquí termina esto, Jade.
-No Dave ¡No puede terminar así!
-Pues ya lo estoy haciendo- se viste rápido y se va, puede escuchar los gritos de amenazas y groserias de su ahora expareja, él solo piensa que fue una perdida de tiempo, se suponía que ella teniendo un buen cuerpo, ojos verde esmeralda, piel un poco morena y senos bien formados podía llenarlo de placer pero no fue así.
Dave strider, conocido no solo por su atractivo sino también porque se acuesta con cualquier tipo de persona, estaba buscando algo mas que "sexo"; buscaba algo que llenara ese vacío que sentía y en todos sus intentos ninguno superó sus expectativas.
"¿Seré yo el que no se excita? claro que lo hago, por eso la meto pero, ¿no se debe sentir algo más que sólo ajustado y viscoso? creo que hasta me da asco. Creo que me he vuelto estéril con cada pendejada que espero en el sexo. Con la próxima persona la meteré y le daré mis "mini Daves" a ver si así se siente algo"

Mientras camina rumbo a su departamento encuentra una dulcería, se le hace curiosa porque podía ver a estúpidos empleados vestidos de duendes entregando folletos para la tan celebrada navidad.
-Cierto, ya casi cumplo 20- se recordaba, normalmente las personas se alegran a saber que cumplen años pero para Dave era otro día mas, Bro siempre le llevaba un pastel, le regalaba uno de esos peluches de mierda que tanto odiaba como mala broma pero siempre recibía lo que quería o eso pensaba.
cuando Dirk conoció a Jake vio que su hermano había cambiado, ya no era el mismo tipo que le fastidiaba todo el maldito día con tendencias frikis y otaku, ahora era más molesto, pero en sus acciones se veía que ganaba felicidad cada día que pasaba. Dave se sentía celoso de ello y se empeño a buscar a alguien así para no sentirse miserable. Cosa que no a sucedido.
Llego a su casa, abrió la puerta y vio a un mundo de gente alrededor del pequeño ojiazul.
-¿Pero que carajos?
-Hey, hola Dave. llegaste tamprano, ¿paso algo? - lo recibía Jake saliendo de esa multitud
-Lo de siempre
-Bueno, no pierdas esperanzas- lo alentaba, Jake sabía la situación.
Dave se adentró a ver lo que pasaba y se dio cuenta que al ojiaxul le estaban haciendo análisis.
-John Egbert. 18 años. Piel morena, actualmente pálida. Ojos azules con problemas visuales. Estatura 165 cm peso 40kg, delgadez severa. Sistema nervioso intacto. Audición intacto.
-¿Como van los análisis Jane?
-Necesito algunas muestras de sangre pero los problemas pueden tener solución, Jake
-Gracias y ¿en lo tuyo Rose?
-John esta un poco fuera de la realidad, su inmadurez afecta su forma de ver la vida y por lo que veo, tiene una gran barrera que es difícil de atravesar
- ¿A que te refieres, lalonde? - decía Dirk con brazos cruzados.
- Es probable que John no este dispuesto a madurar, dependerá de alguien si no se logra el objetivo planeado.

John no prestaba atención, solo tenía la mirada hacía el piso como si su mente estuviera en otro lado. Parecía más un juguete nuevo que un humano.
El rubio se mete entre la multitud y le saluda de manera como lo hace un Strider, el pelinegro lo mira por un momento y desvía la vista hacia el lado contrario.
¡Uhhhh! directo en el orgullo de el mujeriego Dave.
-¿John?
-Dave, necesito hablar contigo- decía Bro encaminándolo hacía alguna de las habitaciones del departamento. Dave se recargo en una de las paredes y cruzando los brazos esperó a que su hermano comenzara a hablar- necesitaré que pongas de tu parte y cuides a John por un tiempo.
-¿Y eso?
-Por lo que dijo Lalonde, John no puede estar solo o se muere
-¿Entonces seré la niñera de un niño?
-No, seras la mamá de ese niño
-¡¿Que carajo?!
-Olvidate de fiestas, citas, sexo y traer mujeres a la casa. Felicidades tu hijo es un varón

Dirk salió del cuarto como siempre, serio y con autoridad mientras que Dave empezaba a maldecir y sacar su ira golpeando las paredes.
-Maldita sea, ¡¿Por que tuve que recogerte de la basura?!
mientras golpeaba y tiraba lo que había a su alrededor pudo notar que John estaba viendolo sin ninguna expresión, solo estaba ahí parado viendo la destrucción del rubio.
-Jo-John ...
Sin decir nada, el pelinegro se adentra al cuarto, Dave puede notar que john actúa raro pero no presta atencion , se dispone a sentarse y calmar su enojo.
-No quise decir eso, John...¿ John?
El ojiazul no dice nada, se sienta en las piernas de Dave y lo abraza lo más fuerte que podía, su cuerpo comenzaba a temblar, estaba asustado.
-¿Que te ocurre?
John no podía decir que por un momento del día lo había odiado, el lo había salvado y se lamentaba haberle dicho "asqueroso" en su mente.
El mayor correspondió sin saber lo que pasaba, acurrucó al indefenso en sus brazos y con mucho esfuerzo lo calmó dejando a este dormido en su pecho.
-Que linda mamá eres, Dave
-Callate Rose, por tu culpa me lo encargaron
La chica tiene la misma edad que Dave, sólo que ella aun siendo estudiante de psicología tenia trabajo en la policía ante casos de maltrato y sociopatias.
-Estoy segura que él llegó a tu vida en el momento justo- Rose como la chica psicoanalista que es, le dio justo al punto.
-¿Que diablos dices?- Dave aún teniendo sus muy famosos lentes de sol se podía asomar un suave rubor en sus mejillas
-Pronto lo sabrás... - dibuja una suave sonrisa en sus labios con labial negro y se retira, Dave no entiende la situación y seguía molesto por dejarle a su cuidado a un chico, pero más le hacía enojar era de que no podía dejarlo con nadie que no fuera él.