08.

141 20 0
                                    

02 de Octubre 2016, Tokio - Japón.

El castaño se encontraba haciendo las tareas en su habitación mientras escuchaba música, era una tarde calmada, tarareaba canciones cuando escuchó la puerta abrirse muy fuerte, mamá no podía ser pues estaba de viaje en Kioto, Baji tampoco ya que había salido con Chifuyu, entonces, ¿quien podría ser?¿estaban robando en casa? respiro profundo intentando calmarse, tal vez Baji había regresado a casa después de su cita, y fue así, era su amigo, más no estaba solo, había llegado con su pareja y estaban besándose en la sala, podía escuchar los ruidos que hacían, no quería escuchar más, tapaba sus oídos más un fuerte gemido llegó hasta el, estaban teniendo sexo, rápidamente encendió nuevamente sus audífonos y comenzó a sollozar en silencio, por qué justo en ese momento el tenía que estar en casa? estaba harto, iba a drogarse, comenzó a rebuscar entre sus cosas hasta que lo encontró y lo volvió a hacer, se sentía en el paraíso ahora, nada ni nadie le preocupaba, solo estaba él, a la mañana siguiente no quería levantarse de la cama, así que se quedó en su habitación encerrado por todo el día. - Kazu, estas aquí? - preguntó su amigo, al parecer había pensando que no durmió en casa. - Estoy aquí. - fue lo único que dijo para no volver a hablarle más ese día, quería descansar.
Y así fue como pasó la semana, observaba a la pareja todos los días, rara vez hablaba con Baji, y entendía eso, el tenía ya pareja por lo que pasaría tiempo con esa persona, mamá volvió del viaje 3 días después, trajo muchos recuerdos al igual que ropa, los días eran como cualquier otro para el castaño, despertar, desayunar, ir a la escuela, drogarse con Sanzu, volver a casa, ducharse y hacer tareas, se había vuelto una rutina, una rutina en la que no aparecía el pelinegro, Kazutora evitaba pasar tiempo con él, quería superarlo de poco a poco, sabía que sería difícil pero lo lograría, eso esperaba, aún intentándolo, y así pasaron años tras años, en su corazón siempre estaba aquel pelinegro con linda sonrisa, su amistad se había deteriorado, no era la misma de antes, se veían en casa pero nada más que eso, ahora estaban a punto de iniciar la universidad, se mudarian a lugares diferentes, no tendrían que verse en las mañanas, ni en todo el día, tal vez así lograría olvidar todo tipo de sentimientos.
Rápidamente pasaron los meses, cada uno tomaba sus maletas, mamá los dejaría en sus departamentos, los dos chicos ya se encontraban buscando un auto para que los lleve mientras mamá cerraba la puerta de casa. — Kazu, hace mucho no hablamos, sé que descuide nuestra amistad, y en serio perdóname por eso, debí también pasar tiempo contigo, somos mejor amigos desde los 6 años.. Chifuyu siempre me recordaba pasar tiempo contigo y aún así no ke presté atención, te voy a extrañar mucho, salgamos de vez en cuanto. — sonrió mientras pequeñas lágrimas caían por todo su rostro, el castaño sabía que Chifuyu era buena persona, ya habían hablado antes, le caía bien, y saber que le pedía a Baji que salga con él pudo ver que era mucho más amable de lo que imaginaba, ¿cómo podría resistirse su amigo de aquel ángel? — No tienes que preocuparte Baji, el es tu novio, está bien que salgas con él, te entiendo. — sonrió mientras limpiaba las lágrimas del más alto, siempre sería un gran bebé. — Chicos ya llegó el auto! — dijo mamá quien bajaba de las escaleras y señalaba al auto que nos llevaría a nuestro destino. El primero fue Kazutora, era un departamento amplio y cerca a su universidad, se despidió de mamá y prometió visitarla siempre. — Es hora de despedirnos Baji, salgamos otro día. — tomó sus maletas, se despidió con un gesto de agradecimiento y entró al departamento, ese sería todo su día, ahora iba a descansar pues la siguiente semana iniciaba la universidad.

Save Me - KazutoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora