31.

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- SungHoon perdió de vista a Riki cuando más patrullas policiales llegaron de pronto junto con las ambulancias. El lugar se llenó de oficiales por todas partes y él estaba algo mareado por el dolor, su costado ardiendo gracias a la bala que lo golpeó en esa parte pero el chaleco anti-balas logró repeler.

Lo subieron a una ambulancia, separado de Ni-Ki, y llevaba ya muchos minutos metido en un cubículo del hospital sin saber qué estaba pasando hasta que su mamá llegó de pronto.

―¿SungHoon? ―levantó la vista al oír la suave voz de su mamá, chocando con sus ojos asustados―. Oh, SungHoon, ¿qué pasó...?

Ella se adelantó y lo abrazó con desesperación, provocando que se pusiera a llorar. SungHoon volvió a llorar porque tenía miedo de lo que acababa de ocurrir, porque no podía sacarse de la cabeza la visión de Riki ensangrentado y herido, porque su cuerpo dolía y todo estaba muy mal.

SungHoon sabía que las cosas ya no serían iguales para nadie.

―Lo si-siento, mamá... ―sollozó apenas.

―Está bien ―dijo ella con su tono apretado―, con papá también lo sentimos mucho. No hemos... ―la mujer besó su cabello―, no hemos sido buenos padres. Perdónanos, SungHoon.

Sorbió por su nariz, limpiándola con la manga de su sudadera, dejando que su mamá lo meciera para tranquilizarlo. Pasados unos minutos, la cortina fue abierta otra vez y dos rostros más se asomaron: WonYoung y su papá. Ambos entraron con rapidez, WonYoung casi corriendo a su lado.

―Oppa, tenía mucho miedo ―dijo WonYoung tomándole la mano―, no entendimos mucho, ¿qué ha pasado?

SungHoon negó con la cabeza, incapaz de hablarlo en ese momento porque sería contar toda la historia desde el inicio. Desde que Riki tenía tres años, tener que contar todo lo que le hicieron, explicar qué estaba haciendo él ahí.

Él no podía lidiar con todo eso ahora.

Poco después llegó un doctor que le dio pequeñas indicaciones: le quedaría un moretón por el impacto pero no había ningún hueso roto u órgano dañado, además que debía descansar los siguientes días. Luego aparecieron dos policías para recoger su testimonio.

―¿Y el policía Eric? ―preguntó aturdido.

Ambos oficiales se miraron.

―Ha sido quitado del caso ―respondió uno.

SungHoon quiso discutirles pero sabía que eso podía ser considerado una falta de respeto, así que les contó todo desde un inicio: su discusión con Riki.

Cuando acabó, uno de los hombres dijo que probablemente sería llamado de testigo para el juicio así que seguirían en contacto con él, retirándose de allí. Sus padres lo miraron con ojos como platos, con WonYoung casi temblando.

―¿Ni-Ki oppa estará bien? ―preguntó la chica.

SungHoon no lo sabía, así que no respondió porque no iba a mentirle nunca más.

En el pasillo, JungWon también fue interrogado junto a SuNoo, que le tomaba la mano y hacía círculos en su piel para calmarlo un poco. El mayor notaba lo tenso que estaba además de que todavía no habían visto a Riki en ningún momento, sólo recibieron una llamada que el tío de Ni-Ki, YeoSang, contestó y partieron al hospital. La abuela Solar y YeoSang desaparecieron junto a Jake, que trató de tranquilizarlos dentro de lo posible, pero ahora no tenían mayor contención que al otro.

Los policías se despidieron cuando recogieron la información suficiente, dejándolos solos. JungWon miró de reojo a SeonWoo.

―Gracias ―le dijo aunque su voz salió como un graznido―, por... por esto. Por estar aquí conmigo.

𓏲  𝗠𝘂𝗻̃𝗲𝗾𝘂𝗶𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗼𝗿𝗰𝗲𝗹𝗮𝗻𝗮 ! #𝗦𝘂𝗻𝗴𝗞𝗶 ﹆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora