Afuera estaba haciendo frío, tanto frío que ni siquiera mi abrigo era de mucha ayuda para entrar en calor.
Aun así no me importo y seguí caminando.
Di una vuelta por el vecindario, hacerlo me trajo muchos recuerdos de cuando era niña, sobretodo cuando andaba por la calle con mis patines. Me encantaba ir patinando por todos lados, incluso mamá me regaño muchas veces por andar patinando dentro de la casa. Pero era algo que me hacia sentir tan libre y tan feliz que no podia dejar de hacerlo. Con el tiempo y la practica me volvi muy buena, hasta podia hacer piruetas y trucos. Jonathan solia salir conmigo, solo que el siempre iba en bicicleta.
Recuerdo que una vez se quiso lucir y trato de ir en la bicicleta sin usar las manos. El muy imbécil iba con una sonrisa tan arrogante, pero despues de unos segundos se cayo y dio vueltas en el aire mientras la bicicleta era arrastrada por un auto. A el no le paso nada, pero la bicicleta quedo hecha añicos.
Me burle de el por un mes.
La gente siempre nos preguntaba como fue que a pesar de la diferencia de edad nos llevaramos tan bien.
Nunca supimos que contestar.
Lástima que eso quedo en el pasado.
Sigo caminando y por inercia en busca de un poco de calor, meto mis manos en los bolsillos del abrigo. Para mi sorpresa, hay un encendedor y una cajetilla de cigarros vieja. Los saco y pienso detenidamente si fumar uno o no.
La ansiedad me ha ganado.
He prendido un cigarrillo y me arrepiento porque el sabor es muy amargo. No se cuanto tiempo llevan ahi. Ni siquiera se si son mios o si eran de Christian, ya que tenia mucho tiempo sin fumar.
Resignada, le doy una y otra calada. Ya no me importa el sabor, solo deseo que me ayude a tranquizarme, pero es inutil.
Me he terminado el cigarrillo en menos de cinco minutos y ahora me siento mas ansiosa y mas triste que antes.
Sigo caminando, pero ya esta muy oscuro y decido que es hora de regresar a casa. Doy media vuelta y camino de regreso, al parecer esta caminata solo hizo que me sintiera mas inquieta.
¿Alguna vez han tenido esa necesidad de correr sin rumbo?
Pues es lo mismo que siento ahora y para ser sincera, no quiero tomar decisiones precipitadas.
Inhaló y siento el aire frío colarse por mis pulmones, pero de repente me invade una sensación de peligro. No se si estoy siendo paranoica, pero siento que me esta siguiendo. Giro un poco mi cabeza para tener una mejor vision de lo que ocurre a mis espaldas.
Mierda.
No es solo paranoia.
Alguien me esta siguiendo.
Trato de no verme muy obvia y sigo caminando. Cruzo la calle y noto que la persona detrás de mi hace lo mismo. Tomo aire y en ese momento me invade un miedo descomunal. Detesto esa sensacion porque no puedo pensar claramente, así que mi instinto me gana y corro rápidamente. Aun faltan algunas calles para llegar a casa de mis padres y me dan ganas de meterme un buen golpe en la cara por ser tan estupida y haber caminado tan lejos. Escucho los pasos de alguien detras de mi y es obvio que también esta corriendo, pero despues de unos segundos, dejo de escuchar el sonido de los pies persiguiendome. Volteo y no hay nadie.
¿Se habrá ido?
¿Porque siempre en momentos como este no hay nadie en las calles?
Trato de calmarme y se que mi única opcion ahora es tocar en alguna casa y pedir ayuda, pero no estoy segura de que lo que vi y escuche es real. Puede que haya sido mi imaginación...
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Serendipia: Las mejores cosas llegan sin buscarlas. (En proceso) ✨
RandomAbril tiene treinta años. Ella aparenta que tiene una vida perfecta ya que es exitosa, tiene un buen trabajo, una gran amiga a su lado y un esposo que la adora... Lamentablemente todo eso una mentira. Solo ella es consciente de la realidad. Al darse...