CAPÍTULO 18

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Jaemin tuvo que retirarse porque le habían llamado de su trabajo, pero Renjun se quedó ahí todo el rato, abrazando a su pequeña, dándole mimos y besos en las mejillas, en su frente y se sentía dichoso, feliz, no recordaba otro momento en el que hubiera sido tan feliz como ese día abrazando a su hija.

—Te amo mi pequeña, pronto estarás bien, podrás hablar y moverte e iremos de compras con Jaemin y los juegos mecánicos.

La niña lo miraba aún sin poder hablar, sin comprender, sin saber nada y es que como podía entender que le habían robado cuatro años de su vida.

El tiempo para ella no había pasado ella seguía siendo la niña de cinco años.

No entendía porque Renjun lloraba ni porque su cuerpo no respondía ni podía moverse a su gusto.

La puerta se abrió de repente, Jeno estaba ahí, agitado con los ojos aun llorosos.

—Bebé... Mi bebé

Y fue como si el tiempo no hubiera pasado, como si no hubieran existido esos cuatro años de lejanía.

Jeno abrazo a su hija como Renjun también lo hacía, ninguno apartó al otro porque en ese momento no existían incomodidades ni tensiones, no existían los problemas que los hicieron separarse, sólo eran ellos tres.

Haechan carraspeo su garganta incómodo, Renjun lo miró y luego miró a Jeno con una vista fría y filosa.

—No quiero que este aquí— dijo separándose del abrazo y dándole la espalda a ambos viendo por la ventana.

—Es mi pareja— respondió Jeno —y ha estado cuidando de Hana todo este tiempo.

Alzo la voz con lo último.

El tiempo que tú no estuviste

—Entiendo— Renjun tomo sus cosas y salió furioso no sin antes decir: —estaré en la cafetería por si mi HIJA necesita algo.

Renjun tomaba una taza de café cuando Jeno lo alcanzó en el comedor y se sentó frente a él.

—Tenemos que hablar, se supone que todo había quedado resulto con el divorcio pero dudo que sea así, ella por fin despertó. ¿Cómo vamos a decírselo?

Renjun suspiró frustrado.

—No... No lo sé— miró de reojo a Jeno, seguía siendo muy guapo, ya no era el niño que conoció en la secundaria, con rostro angelical, cara de niño, ojos grandes, no, ahora era un hombre, más alto, más varonil. Y Renjun también había cambiado ya no era ningún ingenuo. No iba a dejar que Jeno le arrebatara más de lo que ya había hecho —pero Hana es mi hija y quiero que este conmigo.

—Deja de bromear, las veces en las que viniste a verla no se comparan a las mías... Tengo más derecho que tú, más derecho que el hombre que la abandono cuando más la necesitaba— escupió las palabras con enojo.

—No quiero pelear contigo y aunque te lo explique no lo vas a entender, no porque no puedas sino porque no quieres, lo veo en tu mirada y te conozco mejor que nadie estas decidido a joderme la vida.

—No todo gira alrededor de ti Renjun... Lo hago porque quiero lo mejor para mi hija voy a pelear la custodia y tengo muchas posibilidades de ganar.

Renjun intentó decir algo pero Jeno no se lo permitió pues se había ido antes de que Renjun pudiera abrir la boca.

INFIEL [NOREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora