CAPÍTULO 14

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Renjun paso las siguientes dos semanas en el hospital, había renunciado a su trabajo para cuidar a su hija que había entrado en coma.

Jeno pasaba los días en el juzgado, habían iniciado un juicio legal contra la escuela y los padres del niño que había empujado a su hija por las escaleras.

En esos momentos odiaba a su país, a las leyes de protección de los niños y como es que no había un castigo para el menor.

No lo entendía, quería que el niño pagara pero era sólo un niño participando en un juego de niños.

Frustrado y cansado regresaba a su casa sólo para encontrarla vacía.

No habían las risas infantiles de Hana, ni la voz amable de su esposo, ni la sonrisa de ángel de la que se había enamorado.

Ahora sólo era silencio y soledad.

Aquel día Renjun sólo regreso a casa para cambiarse de ropa y poder volver al hospital.

Jeno lo abrazó y él rechazó el gesto como lo hacía últimamente.

—Por favor, se supone que deberíamos estar más unidos que nunca.

—Hace mucho que no estamos unidos Lee Jeno— le dijo con voz seca y amarga. —Y no empezó por mi culpa.

Le empujo suavemente y se metió al baño dispuesto a darse una ducha.

Jeno seguía ahí, sumergido en sus pensamientos, pasaba sus manos por el cabello sin saber qué hacer ni como cambiar la situación, no es como si pudiera volver al pasado y corregir todos sus errores, TODOS.

Renjun salió de la ducha ya vestido y sólo peino su cabello.

Había llegado la hora, tenía que enfrentar a Jeno de una vez por todas, tal vez después no tendría el valor para hacerlo y necesitaba darle un cambio a su vida, necesitaba terminar con todo lo que le hacía daño.

Pasó la mano por su cabello húmedo y se sentó en la cama a lado de Jeno.

—Quiero el divorcio.

Jeno lo miró sorprendido y negó. —No, no, no, no... Esto es sólo un momento Renjun, ya pasara, Hana despertará y todo volverá a la normalidad.

Jeno rogó con su voz. Eso no le podía estar pasando a él.

—Nada volverá a la normalidad Jeno, tú lo sabes.

—Yo te amo.

Renjun lo que menos quería oír era aquello, sí lo amaba ¿por qué lo había engañado en primer lugar?

—Y yo a ti— admitió, porque sí, él todavía amaba a Jeno —pero hemos cometido muchos errores, tú y yo, los dos, nos hemos engañado, hemos traicionado nuestro matrimonio y ya no puede volver a ser lo que era antes.

Jeno volvió a negar con la cabeza, tomo a Renjun por los hombros fuertemente y lo miró suplicante.

—No nos hagas esto Renjun, te necesito más que nunca.

—Ya no puedo Jeno, he tratado pero no puedo, hay otra persona en mi vida y sé que también hay otra en la tuya— le dijo sereno.

—Lo dejaré, lo dejaré por ti, no importa si ya hay alguien en tu vida no puedo perderte.

Renjun no sabía qué hacer, había confesado su infidelidad, Jeno había admitido la suya, ahora podían verse sin mascaras.

—Lo siento pero ya lo hable con el abogado.

Renjun se levantó de la cama incómodo, aguantándose las lágrimas sólo dejándolas salir cuando había salido de la casa.

No podía volver atrás.

INFIEL [NOREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora