Renjun se dejó caer en la cama, su cuerpo temblaba y no sabía exactamente el por qué, se dio la vuelta tomando el portarretrato del buró, él estaba ahí con una gran sonrisa y a su lado estaba Jaemin demasiado serio. Y Renjun lo extrañaba, mucho, Jaemin fue su salvación cuando estuvo a punto de caer al abismo, el mayor lo atrapó en sus brazos y le dio todo lo que él había necesitado desde hace mucho; cariño, amor, amistad, confianza pero sobre todo paz, cuando estaba con Jaemin se olvidaba de todo lo malo.
Era incluso estúpido pero se sintió un poco más joven.
Dejo el portarretrato en el buró y tomo el otro que estaba al lado, ahí estaba su pequeña Hana de cuatro años, cuando tenían una familia feliz, cuando amaba a Jeno y sobre todo cuando Jeno lo amaba a él, cuando Jeno llegaba temprano a casa y le hacía el amor con devoción, cuando no rechazaba sus besos, cuando salvajemente lo besaba como si el mundo fuera a acabar al otro día. Cuando Jeno era su esposo fiel.
Hana sonreía en la foto, en su mano llevaba un algodón de azúcar y una mini cámara de juguete, Renjun recordaba aquél día porque habían ido al zoológico y él había armado un espectáculo por temor a las víboras.
Pero eso era cuento viejo. Cuentos que nunca se volverían a repetir porque Jeno ya no era su esposo y porque Hana ya no era una bebe de cuatro años.
.-.
Renjun peinó a Hana con dos coletas, le puso un gorro y acomodó su bufanda, ya todo estaba preparado para que ese mismo día se la pudiera llevar a su departamento.
—Sólo falta que Jeno firme unos papeles y nos vamos pequeña.
Le sonrío con cariño y ella le regreso el gesto.
—Querida— Renjun nervioso trato de llamar la atención —algunas cosas han cambiado.
Trató de ser suave, en verdad que trató pero Jeno tenía una habilidad increíble para sacarlo de sus casillas.
—Él ha dejado la casa— le dijo Jeno a la niña cuando este ya se encontraba en el marco de la puerta con los papeles de salida en la mano —ha dicho que ya no eres una niña pequeña y lo comprenderás.
Hana no entendía lo que pasaba, ellos dos en verdad eran sus padres, los que se veían como si quisieran matarse.
—No le hagas caso Hana— Renjun llamó de nuevo la atención de la niña. —es cierto que ya no vivo con Jeno en la casa que tu conociste, ahora estoy viviendo en un departamento estoy seguro que te va a gustar. Tiene grandes ventanas.
—Con el sueldo miserable que ganas no creo que sea la gran cosa.
—A ti en verdad te gusta hacerme enojar— afirmó Renjun —pero ya basta Jeno no quiero pelear contigo no vale la pena, sólo... Por favor deja de molestarme.
Renjun estaba afligido, tragándose su orgullo, sin ganas de enfrascarse en una pelea con él mayor.
—Tampoco quiero pelear, sólo quiero estar con ella, si te la llevas a tu departamento no me lo permitirías, no sé qué es lo que vas a decirle.
—Tienes miedo de que le diga a Hana la...— Renjun se calló al ver la mirada nerviosa del menor —no te preocupes eso no va a pasar.
—No quiero... No quiero que Hana conviva con él, yo soy su único padre—afirmó bajo la atenta mirada de Renjun.
— ¿Saben que estoy aquí oyendo todo verdad?— intervino la pequeña al ver que estaba siendo ignorada por sus dos padres.
Renjun suspiro —Sí Bebé es hora de irnos.
Hana hizo un puchero —no soy una bebe.
Renjun entró al departamento con Hana detrás de él, el departamento no era muy grande pues él vivía sólo y cuando Jaemin iba compartían habitación, así que arreglo todo para pasar sus cosas a una pequeña bodega y arreglarla para que fuera su habitación, dejando el cuarto más grande a Hana perfectamente adaptado para ella, el cuarto tenía paredes color rosa, color escogido por uno de sus amigos que lo había ayudado a arreglar todo, la cama también tenía cobertores de un color rosa pastel y literalmente todo era rosa pero en diferentes tonalidades.
—Es bonito— afirmó Hana —muy rosa— esta vez dijo con un tono de voz no muy convencido.
Ella acomodo las cosas en su habitación y después fue a la cocina cuando Renjun la había llamado para desayunar.
Renjun le había preparado Hotcakes con nutella y una malteada de fresa.
A él le gustaba mucho lo dulce y a Hana según recordaba también.
Ella sonrío al ver la cena —gracias papá — dijo de forma sincera.
Renjun no quiso probar bocado, se sentía bien ver a Hana comer como cuando era una pequeña y se dio cuenta de lo mucho que la había extrañado y lo idiota que había sido al haberla abandonado.
Después de todo Jeno tenía razón, él no fue el mejor padre, en cambió Jeno estuvo ahí con ella, todo el tiempo sin dejarla sola y no pudo evitar que estaba siendo egoísta con Jeno. Tomo su teléfono y aún con los dedos temblando marco el número del menor.
—Renjun eres tú— le dijo Jeno detrás de la línea —¿Le paso algo a Hana?
—Sí... Ella... Ella te extraña quiere verte... ¿por... por qué no vienes a cenar?
— ¿Deberás?— pregunto nervioso el menor.
— ¿No... No quieres venir?
—Por supuesto que sí, ahí estaré sólo mándame un mensaje con la dirección llegaré muy pronto.
Renjun colgó y mandó rápido la dirección a Jeno.
—Hana todavía no termines la cena, Jeno va a venir para cenar juntos.
La pequeña esbozó una sonrisa demasiado grande que Renjun creyó no haber visto antes.
Eso era todo lo que necesitaba.

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INFIEL [NOREN]
RawakEn donde Jeno lleva tiempo engañando a su esposo. *** Adaptación. Todos los créditos a su autora original: @KEKOSAS. Tengo el permiso de la autora para su adaptación.