CAPÍTULO 05

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—Te odio... Te odio... Te odio...

Renjun golpeaba la almohada y reprimía las lágrimas, Jeno había sido descarado antes pero lo que estaba haciendo estaba superando el nivel.

Era la quita vez que no llegaba a dormir.

¿Cuánto tiempo más le iba robar de su esposo aquel amante?

Aquél al que no podía ponerle rostro ni nombre pero que estaba ahí como una sombra.

Y de nuevo volvía a tocarse, a tener que satisfacerse solo.

Lamía sus dedos para penetrarse con ellos, masajeaba sus testículos, su pene hasta llegar al orgasmo y cuando terminaba no podía sentirse bien consigo mismo, algo le faltaba, tal vez era la forma en la que Jeno le hacia el amor pero eso ahora era cosa del pasado. Renjun ya no se sentía deseado.

Jeno seguía con él por costumbre, por Hana y él porque no tenía nada más que a Jeno. Dependía de él en todos los sentidos.

—Maldito seas Jeno, mil veces maldito. Maldito sea tu amante, malditos sean todos.

Se cubrió con las sabanas y dio un grito seco antes de acostarse finalmente a dormir.

Haechan se sentía cada vez más feliz, Jeno le había comprado un departamento más grande y lo habían estrenado de todas las maneras posibles y lo mejor es que como el castaño prometió se había quedado a dormir con él.

Sí, Haechan era dichoso de mil formas.

Jeno dormía a su lado, tenía el rostro intranquilo y el ceño fruncido, eso le preocupaba.

Él sabía que Jeno se preocupaba por su otra familia, aún en sueños no los podía abandonar. Haechan había aceptado eso, había aceptado compartir a Jeno con su esposo y la hija que adoptaron, había aceptado que no siempre sería el número uno en el corazón de Jeno. Lo había aceptado y aun así a veces le dolía.

Porque sabía que él no era más que él amante y aun así era codicioso.

INFIEL [NOREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora