Amore Eterno ©

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El tiempo era cada vez eterno para ellos quienes no sabían que hacer para pasará más rápido, estaban hartos ya no querían esperar.
- Giotto crees que papá no quiera.
Los infantes estaban en su habitación jugando mientras su madre y tío hablaban.
- Gian no seas tonto el tío y mamá ya nos lo han dicho papá no va a querer mucho.
- pero y si eso no sucede.
El mayor lo pensó por un momento teniendo la respuesta de inmediato.
- entonces nos quedaremos con mamá, no lo pienses mucho si mamá está con nosotros entonces no lo necesitamos a él.
Explico calmando el miedo de su hermano gemelo.
- tienes razón.
Aún que eran iguales eran a la vez tan diferentes, Giotto se caracterizaba por ser un niño muy imperativo a quien le gustaba mucho salir a jugar y divertirse y Gian era todo lo contrario a él era un niño calmado que le costaba confiar en una persona extraña, aún si era un niño de su edad, y al cual no le gustaba salir de su casa a jugar con su hermano prefería estar en su habitación viendo los libros de su madre.
Todos que los conocieran lo notaría al instante pero para Sol eran la viva imagen de Alec, quien el algunas veces podía ser una persona tan curiosa queriendo saber todo y en otras podía ser algo reservado, si para ella sus hijos eran la imagen perfecta de el.

Para Alec la conversación que tuvo con su hermana días antes aún le parecía un poco confusa pero no de todo, quería que Sol volviera y no importaba si con ella traía a más personas lo aceptaría solo por ella y si sus maestros no lo aceptaban pues tendría que abandonarlos porque sin ella no volvería a estar haría todo lo que ella le pidiera sin más.
- todo es tan aburrido sin ti.
Nuevamente veía aquella luna que desde la ida de ella se había vuelto su confidente en todo.
- pareces algo deprimido.
De inmediato se puso a la defensiva tras no reconocer la voz.
- tranquilo soy yo Irina.
- ¿que haces aquí?.
Preguntó de manera autoritaria.
- solo pasaba por aquí y te ví.
- entonces vete.
- pero parecias querer compañía y pensé que podría serlo si...
- no quiero tu compañía, me es repulsivo tan siquiera decirlo.
- aah entonces deceas la compañía de ella no es así, la compañía de la humana.
Dijo moradas, irritandolo más.
- cállate y vete si quieres seguir viviendo.
- bien me voy pero recuerda ella te dejo a ti no será porque...
Antes de siquiera terminar fue tomada del cuello y estampada contra el tronco de un árbol.
- no vuelvas tan siquiera a referir te así de mi esposa si no sabes nada y por tu bien te conviene alejarte de mí entendiste.
Apretó más el agarre en el cuello viendo en los ojos de ella el miedo y terror.
- s~si.
La lanzo lejos de el viendo cómo ella se levantaba y huía de el.

Un día para el encuentro.

- Sol estás lista para mañana.
La chica suspiró aún con miedo.
- si lo estoy.
El asintio sabiendo como en verdad se sentía ella pero no dijo nada.
- Jane me mandó una carta de la hora en que llegaran exactamente al lugar.
- bien hay que tener listo lo necesario para ese momento.
- si y los niños están emocionados por mañana.
Sonrió ligeramente imaginando la alegría de sus pequeños hijos.
- cada día se parecen más a él verdad.
Jasper asintio de acuerdo con eso.
- nadie podrá negar que no son sus hijos es como si fueran hermanos menores.
Los dos rieron cómplices de como recacionaria tras ver a sus hijos por primera vez.
- bien supongo que ya no hay marcha atrás mañana todo se aclara.