CAPÍTULO 16

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El cielo comienza a encapotarse y los truenos invaden la meseta. La lluvia cae con rapidez. Apagando el fuego de la hoguera, mojando la tierra, transformándola en barro y creando pequeños charcos alrededor del campamento. Todo el grupo ignora el comentario de Drew por la embriaguez, se dirigen hacia los vehículos para huir, excepto él.

Drew se cruza un cinturón alrededor del pecho, con cinco granadas en hilera.

— ¡No te quedes ahí quieto!— le gritó Alec tocando el claxon.

— ¡Voy a matarles!— le respondió Drew a lo lejos.

Cárter sale de la caravana cerrando la puerta de mala manera.

— No da tiempo, tenemos que irnos— suelta Cárter furioso.

— Si da tiempo, lucharemos— Drew le mira fijamente a los ojos mientras su pelo mojado se pegaba en la cara.

Cárter abre la boca para contradecirlo pero la cierra inmediatamente.

— Estoy harto de huir, llevo huyendo toda mi vida— Drew niega con la cabeza— Vamos a luchar— le ofrece la mano a Cárter.

— Lucharemos— Cárter aceptó la mano y mutuamente realizan un apretón de manos— ¿Cuál es el plan para aniquilar a esos pedazos hijos de puta?— preguntó con una pequeña sonrisa.

Cárter regresa a los vehículos, y ordenó a Alec que fueran al sitio marcado con una X en el mapa, un pequeño pueblo llamado Alcanar, situado cerca de la playa.

El resto del grupo se negaban a abandonarlos, pero era una orden.

Nos volveremos a ver— aseguró Cárter.

A regañadientes Alec toma el mando del grupo, enciende el motor de la caravana, mientras Mía le persigue con el Mercedes Vito, dejando el Toyota Yaris para que le sigan cuando se termine la amenaza.

Tras esas palabras, sujetando con la mano otro mapa idéntico, se dirige al Toyota, deja el mapa en el asiento. Va al maletero para coger cuatro ametralladoras con ciento treinta y dos balas en el cargador. También guardó dos hachas y su machete en una bolsa deportiva de color negro, se lo colocó en el hombro y corrió hacia Drew.

Drew arrastró dos colchonetas hinchables llevándolas al lago.

— ¿Qué haces?— preguntó Cárter extrañado.

— Vamos a irnos a lo más profundo del lago— señaló las colchonetas— los Sfongs odian el agua, así que no entrarán. Nosotros estaremos encima de la colchoneta, teniendo una visión amplia, matándolos uno a uno desde la distancia.

— No dará tiempo a llegar al lago— dijo Cárter calculando la distancia de los Sfongs.

Los Sfongs estaban apenas a un kilómetro de ellos. Corriendo a cuatro patas, cubiertos de pelo como auténticos simios. Su velocidad es más rápida que la de un humano.

— Sí, dará tiempo, porque les tiraremos dos granadas cada uno— saca las granadas del cinturón y se lo ofrece— los Sfongs estarán desconcertados, aprovecharemos ese tiempo para ir a lago a toda prisa y estaremos a salvo.

— Bien— le contestó.

Sacan las anillas de la granada, lo mantienen varios segundos en las manos y luego lo tiran explotando la granada en el aire. Los Sfongs, se quedan embobados mirando al cielo, tras la explosión, Cárter y Drew corren al lago metiéndose dentro, el agua estaba congelada, el nivel de la orilla del lago, les llegaba hasta por debajo de las rodillas, aunque no les importaba. Se impulsaron con los brazos estirados con fuerza para subirse encima de la colchoneta. Se colocaron en posición, cada uno en una colchoneta. Cárter abrió la cremallera y le tendió una ametralladora a Drew y cogió otra para él.

Los Sfongs empiezan a rodear el lago.

Drew coloca la ametralladora encima del hombro, guiña su ojo izquierdo dejando a su ojo dominante al mando de la mirilla y Cárter realiza los mismos movimientos. Los disparos se realizan a una velocidad continua, moviendo el arma de izquierda a derecha, las balas van encaminadas al pecho del enemigo y a la cabeza, caen de espaldas, muertos por los disparos. Los cartuchos vacíos chocan contra la colchoneta y otros caen al agua.

Se dividieron el trabajo para acabar con ellos, cada uno, mataron a cinco Sfongs, siendo diez en total.

Una vez finalizada la lucha, volvieron al campamento para coger el Toyota y reunirse con el resto del grupo. Dejan en el maletero la mochila deportiva, con las armas dentro.

Un brazo peludo, estrangula el cuello de Cárter. Los pies sobrevolaban a un metro y medio de tierra firme. Apenas podía respirar, la cara le cambió drásticamente, volviéndose de un color morado. Un Sfong había sobrevivido tras recibir seis disparos por todo el pecho. Inmediatamente Drew, le lanzó un hacha que mantenía guardada. El hacha voló y se incrustó en mitad de la frente. El Sfong seguía vivo a pesar que le chorreaba sangre por su cara peluda, y tenía una brecha abierta de unos seis centímetros de profundidad. Cárter en un intento de escapar de su agarre, clavó su talón hacia atrás, golpeando la zona baja del abdomen, el monstruo se lamentó, y soltó a Cárter. Sacó su machete del cinturón, y realizó tres estacadas; la primera le cortó el brazo derecho , la segunda ,el izquierdo y por último, la cabeza.

— Por un pelo— suspira Cárter.

—Ha sido extraño— Drew hace una mueca— sé que eres fuerte, pero sinceramente pensaba que no te iba a soltar a pesar que le dieras con el talón.

—Seguramente, estaba débil — Cárter no le dio importancia.

—Si..— dijo no muy convencido— ya hemos terminado de luchar— sonríe — yo conduzco— Drew abre la puerta del coche.

Cárter se dispone a sentarse de copiloto cuando la visión se vuelve borrosa, los ojos se van cerrando lentamente, y las piernas le flaquean desmayándose inesperadamente. Drew al ver la situación se apresura para auxiliar a Cárter.

Drew estuvo diez minutos esperando a que abriera los ojos. Le tapó con la nariz un trapo mojado con alcohol, para que recuperara el conocimiento.

Cárter abrió los ojos desconcertado.

—¿Qué ha pasado?— preguntó extrañado.

—Te has desmayado, seguramente por el estrangulamiento contra el Sfong. — le respondió.

—¿Estrangulamiento?¿Sfong? ¿De qué estás hablando?— Cárter frunció el ceño.

—¿Qué es lo último que recuerdas?— preguntó con la voz entrecortada.

—Lo último que recuerdo es que te decía que no teníamos que ir, que no había tiempo para combatir contra los Sfongs. ¿Por qué? — comentó Cárter frotándose la frente.

—Cárter, nos hemos enfrentado a los Sfongs y hemos ganado — Drew se quedó mirándolo con la boca abierta.

—¿Ah sí? no me acuerdo....

LA NUEVA ERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora