El cielo comienza a encapotarse, cubriéndose de nubes negras como un manto ominoso que amenaza con tragarse la luz de la luna. Los truenos, primero lejanos, se hacen cada vez más cercanos, retumbando en la meseta con la fuerza de una furia contenida. La lluvia cae sin previo aviso, en torrentes intensos, chocando contra el suelo con un ruido sordo que ahoga los susurros del viento. El fuego de la hoguera, antes brillante y cálido, se apaga rápidamente, sus llamas extinguiéndose bajo el peso de las gotas. La tierra, ahora mojada, se transforma en un lodo espeso, resbaladizo, mientras pequeñas piscinas de agua se acumulan alrededor del campamento, reflejando la luz parpadeante de los relámpagos.
A pesar del caos que se desata a su alrededor, todo el grupo sigue adelante, ignorando el comentario de Drew, envuelto en la embriaguez, que ya casi se pierde en la tormenta. Caminan a paso rápido hacia los vehículos, el sonido del agua golpeando sus ropas y el rechinar del barro bajo sus botas. Sin embargo, Drew permanece inmóvil, como si el caos del mundo no pudiera arrancarlo de su trance.
Drew se ajusta un cinturón alrededor del pecho, en el que cuelgan cinco granadas en hilera.
— ¡No te quedes ahí quieto! —gritó Alec desde el vehículo, tocando el claxon con impaciencia.
— ¡Voy a matarlos a todos! —respondió Drew a lo lejos, con determinación.
La puerta de la caravana se abre bruscamente, y Cárter sale, cerrándola de golpe. Su rostro refleja la tensión del momento.
— No hay tiempo, ¡tenemos que irnos ya! —su voz se corta por la furia contenida.
Drew lo mira sin apartar los ojos, el agua de la lluvia empapando su cabello y pegándolo a su rostro.
— Sí hay tiempo. Vamos a luchar —dice Drew con firmeza, su mirada clavada en Cárter.
Cárter abre la boca para responder, pero se detiene, meditando las palabras. Al final, las deja en el aire.
— Estoy harto de huir, llevo toda mi vida huyendo —Drew niega con la cabeza, como si esas palabras no tuvieran cabida—. Vamos a luchar —añade, extendiendo la mano hacia Cárter.
Cárter lo mira, por un momento titubeando, pero al final, toma su mano en un apretón firme.
— Lucharemos —responde, esbozando una pequeña sonrisa—. ¿Cuál es el plan para acabar con estos hijos de puta?
Drew no responde inmediatamente, se limita a mirar hacia los vehículos, donde la tensión se siente en el aire. Cárter se vuelve hacia el grupo y da órdenes con tono autoritario.
— Alec, ve al lugar que está marcado en el mapa. Alcanar. Es un pueblo cerca de la playa.
El resto del grupo protesta, dándose cuenta de la decisión que están tomando, pero no tienen opción. La orden está dada.
— Nos volveremos a ver —aseguró Cárter, mirando a sus compañeros a los ojos antes de darles la espalda.
Alec no dice nada más. Con un suspiro, arranca el motor de la caravana, y Mía, con el Mercedes Vito, les sigue de cerca mientras los vehículos se alejan, dejando atrás la tormenta que golpea la tierra.
Con otro mapa en la mano, Cárter lo sujetó con firmeza mientras se dirigía hacia el Toyota. Lo dejó sobre el asiento y se apresuró al maletero, de donde sacó cuatro ametralladoras, cada una cargada con ciento treinta y dos balas. También recogió dos hachas y su machete, guardándolos en una bolsa deportiva negra. Se la colgó al hombro y salió corriendo hacia Drew.
Drew, por su parte, arrastraba dos colchonetas hinchables hacia el lago.
—¿Qué estás haciendo?— preguntó Cárter, confuso.

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LA NUEVA ERA #PGP2025
Bilim KurguAÑO 2090. En un mundo postapocalíptico... Sally, una chica cuyos recuerdos le han abandonado, se cruzará con unos supervivientes. Su único objetivo es llegar a casa, pero las circunstancias del entorno que la rodea no se lo pondrán nada fáciles. Los...