04. chapter four

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ALLISON HABÍA LOGRADO escabullirse en la fiesta, como siempre había planeado, a pesar de las advertencias de su padre

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ALLISON HABÍA LOGRADO escabullirse en la fiesta, como siempre había planeado, a pesar de las advertencias de su padre.

El vestido rojo con flores que llevaba no resaltaba bajo las luces, mientras su chaqueta negra la hacía sentir segura de la famosa vista de halcón de su padre.

A cada paso, sus ojos vigilaban por si Clint la veía, pero parecía que su truco había funcionado, al menos por el momento.

—¿Qué estás haciendo? —la voz de Natasha detrás de ella la sobresaltó.

—Ay, por Dios —susurró Allison, llevándose una mano al pecho—. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

—¿Creíste que iba a caer en tu historia? —respondió Natasha con una sonrisa burlona, tendiéndole un vaso—. Cuida de que Clint no te vea.

Allison aceptó el vaso con alivio, acompañada de una sonrisa.

—Gracias, lo necesitaba —dijo, tomando un sorbo. El ardor del vodka la ayudaba a relajarse.

Ambas se dirigieron a la barra, donde Natasha comenzó a servirse algo de alcohol también. En ese momento, Bruce apareció, observando a ambas con una sonrisa divertida.

—¿Cómo una chica como tú terminó en este basurero? —bromeó mirando a Natasha—. Y tú —dirigiéndose a la más joven—, ¿cómo lograste venir sin que Clint te atrapara?

—Tengo mis trucos —respondió ella, encogiéndose de hombros.

Natasha, con su característico sarcasmo, añadió:

—Un hombre me lastimó.

Bruce soltó una leve carcajada.

—Siempre tienes mal gusto con los hombres.

—Él no está tan mal —respondió la mujer, haciéndose la indiferente—. Aunque malhumorado. En el fondo, es dulce.

Allison, observando la conversación con una sonrisa en los labios, bebía de su vaso, disfrutando el momento hasta que Natasha la miró directamente, como si acabara de recordar algo.

—Hablando de gustos raros... —dijo la pelirroja, con una sonrisa maliciosa—. ¿No será porque a ti te gustan más los chicos sokovianos?

Allison abrió los ojos con sorpresa, sintiendo cómo el rubor subía por su rostro.

—¡Natasha! —protestó, pero Natasha y Bruce solo rieron, viendo su reacción.

—Lo siento, lo siento —dijo Natasha, intentando contenerse—. Pero Steve dijo que lo llamaste "chico lindo".

La azabache rodó los ojos, fingiendo indignación.

—Muy bien, ancianos, mejor los dejo solos —dijo, levantándose de la barra para alejarse, aunque una pequeña sonrisa aún adornaba sus labios.

A medida que caminaba por la fiesta, algo cambió. Empezó a sentirse mareada, el mundo a su alrededor parecía distorsionarse. Respiraba con dificultad, y de repente, entre la multitud, vio una figura encapuchada con una ballesta. Su corazón se aceleró.

—No... —susurró Allison, tambaleándose, buscando a su padre con la mirada—. ¡Papá!

En ese momento, la figura encapuchada disparó una flecha que la alcanzó directamente en el estómago. El dolor fue inmediato, pero lo que vio después la dejó paralizada. La figura se quitó la capucha, revelando un rostro familiar... el suyo.

—Mírate —dijo su otra yo con una sonrisa cruel—. Siempre pidiendo ayuda. Es patético, Allison.

La otra versión de ella levantó la ballesta, apuntándola directamente a la cabeza. Todo se volvía cada vez más borroso. Justo cuando la flecha estaba por ser disparada, Allison despertó de golpe.

Se encontraba en un pasillo oscuro y solitario del complejo. El eco de la fiesta parecía distante. La confusión y el miedo llenaron su mente.

—¿Papá...? —murmuró, aturdida, cuando de repente, sintió un fuerte golpe en la cabeza.

Todo se volvió oscuro mientras caía, inconsciente.

















































SOFI NOTE
Este capítulo es más corto pero porque quise poner lo demás en el siguiente capítulo en el que van a tratar un poco más de cosas

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