010. chapter ten

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TONY HABÍA LLEGADO AL NEXO, decidido a atraer a Ultrón, mientras que, por otro lado, Steve, Natasha, Clint y Allison se dirigían a la oficina de la Dra

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TONY HABÍA LLEGADO AL NEXO, decidido a atraer a Ultrón, mientras que, por otro lado, Steve, Natasha, Clint y Allison se dirigían a la oficina de la Dra. Cho.

El Quinjet aterrizó con precisión, y Steve y Allison descendieron, avanzando rápidamente hacia un balcón del centro. Clint, al mando del Quinjet, lo elevó, alejándose para mantener un perfil bajo.

—Dos minutos —dijo Allison, mirando rápidamente su reloj.

—Quédense cerca —ordenó Steve a sus compañeros aéreos.

Ambos se movieron casi a la carrera, cruzando los pasillos con agilidad hasta que finalmente llegaron a la habitación donde debería estar la Dra. Cho. Al entrar, la escena que encontraron fue peor de lo que esperaban: Helen estaba tendida en el suelo, herida.

—¡Doctora Cho! —exclamó Steve al ver la gravedad de la situación.

Rápidamente se acercaron, Allison siguiendo de cerca.

El rubio se agachó a su lado, buscando con rapidez una toalla que pudo poner sobre el abdomen de la mujer, intentando detener el sangrado mientras su rostro reflejaba angustia.

—Se está subiendo el cuerpo —dijo Helen con dificultad, débil pero con urgencia.

Allison frunció el ceño, preocupada.

—¿Dónde?

Steve miró alrededor en busca de algo que pudiera ayudar, pero antes de que pudiera continuar, Helen levantó una mano débilmente, deteniéndolo.

—El poder real está en el Arca —dijo—La gema... Su poder no se puede contener. No pueden hacerla estallar. Deben llevarle el Arca a Stark.

Aquello hizo que Allison y Steve intercambiaran miradas de alarma.

—Primero, debemos hallarla —respondió Steve, con voz decidida.

—Vayan —les dijo débilmente la mujer.

[ • • • ]

—Oigan, ¿escucharon eso? —preguntó Steve por el comunicador, una vez que salieron del edificio.

—Así es —escucharon la afirmación de Clint.

—Un jet privado está despegando del otro lado de la ciudad —dijo Natasha de fondo—. No hay información de los pasajeros. Quizá sea él.

—Allí, un camión del laboratorio —Clint añadió—. Sobre ustedes. En la curva del puente. Son ellos. Tres con el Arca, uno en la cabina —dijo, con la vista fija en el transporte—. Puedo encargarme del conductor.

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