My Dad

014.

Ya ha pasado una semana de arduo trabajo entre todos, sin descanso ni recesos, todos los algoritmos y códigos están quedando impecables, el sistema sin bug, ni fallas, todo está perfecto, ya hemos probado a los héroes y es una maravilla, me parece subrreal que ya llevemos tanto en tan poco tiempo.

Quién diría que estaría haciendo lo que más me gusta, no me ha hecho falta nada, todos los instrumentos y herramientas que necesito el jefe las consigue.

El jefe...

El ha estado algo distante últimamente, ya no es como el principio, desde ese día ya no me trata igual y por una parte lo agradezco, no era nada profesional el como me trataba.

—jefe... Tengo un problema menor.

—¿que quieres?—su tono algo desinteresado y frío me incomoda pero así son los jefes, nada les importa.

—hoy necesito salir un poco más temprano, mi madre va de vista y no quiero faltar le el respeto por no estar presente cuando llegue.

Veo como bufa y me observa desde su escritorio—¿y que hacemos con el trabajo?, ¿lo dejamos tirado hoy y listo?.

—no, solo pensé...

—¿sabes que?, mejor callate y largate, tomate el día libre hoy, los demás y yo terminaremos lo que hay para hoy, vete.

Pero... El hecho de que me tratara con desprecio me hace sentir mal.

...

—mamá, ¿puedes llegar otro día?, paso algo en el trabajo y no creo poder llegar a casa temprano.

—por eso no te preocupes, mamá llegará a casa y te esperara con la cena lista, espero y tengas comida para hacer en esa posilga.

Tan encantadora mi madre.

—si, claro que hay.

Menos mal e hice algo de compras con lo poco que me quedaba.

—milagro, porque si fuera por ti solo conseguiría sopas instantáneas, son una porquería esas cosas no se como has...

Coloco en silencio el teléfono y observó la puerta de entrada de la oficina de mi jefe.

¿Porque me molesta que no me trate bien? Si fui yo que no quería que me tratase así.

¿Acaso le molesto algo que dije?.

Sin más cuelgo el teléfono, no se si estaba aun hablando la bruja y ni me interesa.

Entro sin más a la oficina y veo que los otros ayudantes ya están recogiendo sus pertenencías.

—¿ya se van?.

—nos dijo que nos fuéramos, se fue a descansar a su habitación privada.

¿Su que?.

Veo como uno de ellos me señala la habitación y observó que es un simple muro, una pared más.

Estos se van y me quedo solo ahí en la oficina.

Y de ahí recuerdo que tenia un clóset mágico y de inmediato me imagino una habitación mágica así que me acerco a la pared y tanteo estas, buscando algún orificio, alguna palanca o parte del muro que se contraiga y así abrir la puerta mágica.

Pero a la final no encontré nada, solo el
clóset mágico.

Observó un poco sus ropas finas, huelen a él, son tan sedosas y hermosas y más adentro veo que tiene un pequeño espejo por el cual sale mi reflejo y me observo.

Me veo tan elegante, ahora si me siento como una persona de dinero, aunque mi semblante es algo deprimente, debo cortarme el cabello ya, esta casi tapando mis ojos, comer más sano. Como dijó mi madre: esas sopas instantáneas no se hacen bien.