trago grueso al escuchar aquello...
¿delante de el? ¡ni loco!.
pues... ¡¿quien se cree?!... bueno, a parte de ser mi jefe no tiene derecho a eso y mas, que existe privacidad y pudor, no puedo semi-desnudarme delante de el, ni loco, drogado, bebido... ¡ni mucho menos con un arma en la cabeza!... cosa que no creo que pase.Ok, solo saco una excusas para que no vea mi deplorable fisionomía, yo delante del el soy como un menos cero a la izquierda.
–¿que esperas?, se va hacer tarde para el almuerzo y no va a quedar mucho tiempo para revisar los papeles... ¿Quieres que te ayude?.
–n-no, so-solo... ¿Podría darse la vuelta?–el sonríe y se cruza de brazos–¿Por favor?.
–¿que tienes tu qué yo no tenga?.
Dinero.
–somos hombres Bowen, déjate de tonterías y apresurate.
Suspiró y acato a sus órdenes, me despojo de mi ropa lo más rápido que puedo, pero con nervios todo es un desastre.
En el proceso de colocarme el pantalón caigo delante de él, para ser precisos, a sus pies.
Al mirar arriba veo como esté mira de una manera extraña y espeluznante, como si el jefe que me había contratado ayer fuera totalmente diferente al de hoy y ahora.
–tienes un hermoso cuerpo, Bowen–veo su mirada sombría y puedo notar un ápice de sadismo y lujuria.
–qu-que cosas dice señor...–trago grueso y termino de vestirme bajo la atenta mirada de mi jefe.
–ok... Estamos listo, nada más mírate, te ves como todo un galán pero solo falta...–se acerca y pasa sus manos por mi cabello y lo arregla–listo, ahora sí pareces un empresario.
¿Que?.
–señor...–bajo la cabeza y aprieto mis manos con fuerza–usted está insinuando que... ¿¡MI ROPA NO ERA ADECUADA!?.
–Yo no he dicho eso Bowen... Pero si, te veías ammm...–se ríe despreocupado y se acerca a mi–te veías... Mejor sin la ropa.
Me quedo atónito al escuchar esas palabras y este camina lentamente a la puerta.
–¿Vamos?.
Antes de poder responder o preguntar cualquier cosa mi celular suena mostrando el nombre de Harold... ¿Harold llamándome?.
Contesto su llama pero el celular me es arrebatado de mis propias manos.
–lo lamento, el señor Bowen en el momento no puede responder, llame después de las seis... Estaremos algo ocupados.
Y el muy hijo de su madre cuelga MI teléfono como si fuera suyo y lo guarda en su bolsillo.
–bien, vamos a almorzar se hace tarde y mi hora de almuerzo se está pasando.
– devuelva me el celular... Por favor.
Mi jefe enarca un ceja–te lo devolveré cuando terminemos de almorzar, así que vamos ya, tengo algo de hambre.
–¡Devuelva mi celular!, usted no es quien para quitar me MIS pertenencias, son MÍAS usted no tiene el mínimo derecho a quitarme lo que es mío.
Me enfurezco, claro que lo hago. Mis padres me han hecho defender y reclamar por lo que es mío y viene este hombre como si nada a quitarme lo que me pertenece como si fuera suyo.
–ya, ya toma, solo estaba molestando... No es para tanto Bowen.
–lo lamento pero es que usted... No importa, vamos almorzar y terminemos el trabajo.
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My Dad
Teen FictionA veces cuando estamos solos no somos capaces de nada pero cuando vemos que alguien depende de nosotros y más que esa persona es tu vida, haces hasta lo imposible por hacerlo feliz. No importa él "como", por el, harías lo que sea.