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Suspiro viendo lo increíble que se ve mi GRAN escritorio, no es como el del jefe pero es más grande, mil veces más grande que el del baboso de mi anterior jefe.

Lo único que noto es que este nuevo jefe es muy irresponsable, tarda demasiado en llegar al trabajo, tiene un ruple de hojas por llenar y firmar que hasta me da lastima ver todo ese hojerio.

Escucho como el timbre del ascensor se hace escuchar y me levanto de inmediato, me posicionó a un lado de la entrada para recibir al retrasado, no retrasado de retraso mental... Bueno, ustedes entenderán.

Las puertas se abren.

–buen...–me quedo atónito al ver severo mujeron frente a mi, cabellos negros en ondas muy sutiles, dos imponentes sandías, curvas marcadas y delicadas y un, lo lamento pero tengo que decirlo, enorme tracero redondo y nalgueable.

–¿Dónde está ese idiota?.

Me quedo embobado viendo la creación que el cirujano plástico hizo en esa mujer hermosa, plásticas, pero bella.

–oye...–la mujerona llama mi atención chasqueando los dedos. La observo, a los ojos, no a su... Bueno ya.

–¿s-si?–está me mira de pies a cabeza y se sienta en el escritorio muy seductora.

–oye... ¿Sabes donde esta tu jefe?–pregunta ella caminando como una felina en mi dirección.

Antes de poder responder y ver que ella está casi cerca de mi cara, las puertas de la oficina se abren y dejan ver a un jefe con un traje muy costoso húmedo y al ver su rostro, puede ver un enojo total.

Se acerca a pasos presurizados y aleja a la mujer de mi espacio personal y demás.

–¿que es lo que haces aquí?, este es mi lugar de trabajo y sabes muy bien que no quiero nada contigo y...–se voltea y veo en sus ojos ira pura para mirar de nuevo a ese mujer–aléjate de lo que es mío.

–lo haría, pero es tan tangible que no podría no tomarlo, más bien esconde lo que es tuyo si no quieres que alguien más lo tome y le haga un buen uso ya que veo que no has probado el producto aún... El anterior no esperaste ni media hora cuando ya lo estabas usando–su conversación de doble sentido y muy notoria pelea me incomoda así que me alejo un poco de ellos.

–el producto anterior no tenía ningún valor o algo que ofrecerme, este puede ser diferente e innovador y es solo mió, así que busca tus propios productos.

–eh... Disculpen, saben que estoy aquí, ¿verdad? y que entiendo a la perfección su conversación.

La mujer se ríe y observa a mi jefe y se retira como una bruja de películas de terror.

Al estar solos observo a mi jefe para que me de alguna explicación y porque se referían a mi como un "producto" y sobre todo, probar... ¿Probar en que sentido?.

Hay muchas maneras de probar a una persona y no me estoy imaginando las más lindas.

–¿te encuentras bien?–se acerca a mi y me toma de los brazos–¿te hizo algo?.

No pero quisiera.

–no... Solo... Llegó y... Puede explicarme qué fue lo que acabo de presenciar, porque la mente humana puede volar muy alto y en estos momentos no me estoy imaginando nada bonito.

Escuchó como mi jefe ríe y se aleja para acercarse a una esquina y abrir una puerta que jamás pensé que estuviera ahí, saca algunos trajes y me los muestra. Observo los trajes y veo el gran ventanal para verlo con gotas que caen sobre ella.

¡Wow!, ni se escucha que está lloviendo.

–¿cual me queda mejor?–me pregunta mientras me observa.

–no se, cual sea, es un traje señor.

–tu trabajo es obedecer así que responde a mi pregunta: ¿cual me queda mejor?.

Suspiro y me acerco al closet mágico y veo lo que hay en él.

Trajes finos, muy caros y el mío me hace sentir miserable pero lo llevaré puesto con la cabeza en alto.

–¿ya elegiste mi traje?.

Escuchó la voz profunda de mi jefe y volteo para verlo sólo en ropa interior y valla que preferiría esconderme en él rincón más oscuro y profundo del mundo.

Él traje es una cosa pero él cuerpo... Eso si me hizo sentir inferior, parece como si fueran echo a mano cada parte de su cuerpo, con mucha paciencia y simetría.

–¿Ese te gusta?.

Escucho su voz, la cual me saca de la burbuja en la que estaba, y observo el traje negro que tengo en las manos.

Asiento sin mucha atención y se lo entrego para verlo vestirse en frente de mí.

–a mi también me gusta.

Sonríe y termina de arreglarse.

–¿Quieres comer algo?, Invito el almuerzo.

–señor, con todo respeto y no es que quiera rechazar su invitación...–cuando hay comida de por medio no lo rechazaría, nunca–pero tenemos que aprobar algunas exportaciónes, firmar algunos contratos de negocios con otras compañías, patrocinio de nuestra empresa, publicar la nueva actualización del juego que está en espera hace ya mas de un año–pero cuando hay trabajo que paga bien, tendré que contener mi deseo por comer.

–aaah venga, vamos. Luego se hace eso, primero lo primero: vamos a un almuerzo, tu y yo, a solas, nos tomamos unas copas y luego venimos  trabajar, ¿te parece?.

Suspiró y asiento.

Si, ¿que más puedo hacer?, es mi jefe y tengo un contrato; el cual si hago que lo terminen no tendré esa gran suma de dinero que pagará los meses de renta que debo y pagaré por adelantado a la vieja verde esa, es más, hasta le compraría ese casa con dos meses de trabajo.

–ok, pero primero–el camina a la entrada de la oficina y recoge algunas bolsas de compras–esto es para ti, un regalo de bien venida.

Se acerca a mi y me extiende el regalo, el cual resivo, ya que me han enseñado a recibir todo con humildad aunque no me guste, luego se desecha.

Sonrío y agradezco por el regalo.

–¿Y que esperas?, ¡Ábrelo!.

Asiento y abro con cuidado la bolsa, bolsa que vuelvo a cerrar y volver a entregar a la persona que me lo dió.

–señor, con todo respeto, muchas gracias pero no puedo aceptar este regalo.

–¿porque no?, ¿Es muy simple?–abre la bolsa y ve su contenido–debi comprar el otro, ese era de un diseñador muy reconocido.

¿¡TRAJES DE DISEÑADOR!?.

–de verdad, muchas gracias.

Asiente y me vuelve entregar la bolsa–colocatelo.

Veo la bolsa y niego.

–te lo estoy ordenando.

Observo su mirada fría y sería y agarró la bolsa lo más rápido para colocarme el traje.

–¿A dónde vas?–me pregunta al ver que me dirijo a la salida.

–pues... A cambiarme.

Niega para acercace a la puerta y cerrarla–hazlo aquí, delante de mi.



































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Hola mis postres de maracuyá, nuevo capítulo, espero y les guste, muy pronto subiré el siguiente, disculpen la demora pero es que ando trabajando y no he tenido tiempo para subir con frecuencia la historia o las otras que tengo en espera por ser publicadas, gracias por su apoyo y paciencia, los quiero.

Sin más que decir, me despido.






–SeokBinWoo.










My DadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora