C∀PITULO NUEVE

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Cuando Perth y Saint salen, pueden ver a Off parado junto a las chicas al igual a Mew quién está de cuclillas al lado de Triss. Triss está jadeando sentada en su trasero mientras Fah anda de cuclillas vendando su tobillo roto con una chaqueta de Swimmer. La pequeña chica tiene como soporte la mano del Swimmer, apretandola fuerte incluso si parece la mano de un gigante a comparación con la suya.

Su ceño arrugado mientras ella magulla sus labios en una posición de mujer dando a luz lucen como si fueran esposos de toda la vida. Saint trota un poco para llegar rápido a ellos. —Triss, ¿estás bien?

—Aparte del tobillo — Ella resopla por el dolor casi sin poder mirarlo fijo a los ojos. —estoy bien. — Gruñe.

—Ya casi terminamos. Aguanta. — Fah sugiere con una voz sútil. Saint y Perth prosiguen unos pasos más al frente dónde están Mel, Jorge y Off junto con otros dos porristas sobrevivientes. Cuatro Swimmers frente a ellos incluyendo Mond.

Como terminaron en malos términos, Mond se le queda mirando mal a Saint. La mirada del líder porrista tampoco se queda atrás cuánto más se acerca a ellos. Llegan hacia los porristas.

—¿Están bien? — Pregunta Saint a su equipo. Mel parpadea débilmente antes de asentir con la cabeza.

—Estamos bien. Solo unas pocas heridas. — Off dice lo que Jorge, Mel y los otros dos no pueden por el shock. Están en un trance traumático. Saint asiente antes de mirar al líder de los Swimmers quién no le ha quitado la mirada. Perth nota la tensión entre ellos, pero no se imagina que es por una relación fallida sino que piensa que es por la pared que su líder porrista creo entre los Swimmers y ellos. Se le queda viendo al líder Swimmer con menos intensidad que Saint.

—¿Ustedes están bien? — Perth hace la pregunta que Saint no atrevía, marcando la diferencia en momentos de necesitad tal como es debido. En momentos así es mejor tener aliados en vez de enemigos. Mew escucha la pregunta así que voltea a verlo sobre su hombro. Hipnotizado por la pregunta de buenas intenciones. Se nota que es cuestionado con sinceridad no en forma de burla ni sarcástica. No con ese chico de tez bronceada.

—¡Yo sí! — Anuncia Mew desde su sitio como un niño pequeño. Sonriendo grande.

—Yo creo que estamos bien en comparación con, bueno, ustedes-- Disculpa, pero ¿te rompiste dos dedos? — Jaylerr cómicamente se interrumpe así mismo antes de apuntar los dedos rotos del líder porrista. Tanto el líder como Perth miran esos dedos.

—Eso no importa ahora. ¿Alguien sabe dónde estamos? — Pregunta Saint distrayendose del dolor.

—Yo te ayudaré.— Luke camina hacia el líder porrista. Toma sus dedos y los regresa a su sitio, haciendo sonar los huesos quebrados.

—¡AGH!— El líder brinca en su sitio con varios jadeos, Perth lo revisa atento.

Yibo deja de mirar a esos tres para mirar a Mel. La chica de baja estatura que sigue conmocionada. Casualmente ella lo mira. Él ni se inmuta cuando conectan miradas pero tampoco la remueve. Ella comienza a ensanchar su sonrisa temblorosamente. —Al menos no estás más herido. — Es lo único que ella dice. De momento Yibo jura escuchar los latidos de su corazón en sus oídos como si estuviese latiendo ahí dentro con ecos.

Ver su sonrisa dólida con lágrimas recolectadas bajo sus ojos fue algo de otro nivel. Jamás espero una preocupación así de alguien.

—Me alegra que estés bien también. — Yibo dice sin eliminar su semblante serio.

Jaylerr saca su teléfono de sus cortos azules y mira la pantalla. Señala los cielos con el aparato. Ceño fruncido en todo momento. —¿Qué carajos? — Cuestiona.

DIARIOS DE UN PORRISTA • PerthSaint Donde viven las historias. Descúbrelo ahora