C∀PITULO DOCE

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—¿Quién... Eres? — Saint pregunta con temblores mirando a todos lados traumado. No está bien mentalmente. Todo ha ocurrido de la nada así que ni tiempo ha tenido de tragar todo lo pasado.

—¿Yo? Tendrás que descubrirlo. Si es que alguna vez sales con vida.

Saint hiperventila tensando y destensando su estómago sin poder respirar. Pero voltea hacia Perth y de pie trata ponerse. Apoya ambas manos en el suelo para levantarse. Al hacerlo cojea en un pie.

Cuando llega a su crush se pone de rodillas con dolor y suavemente revisa al moreno. Cogiendo esas mejillas doradas en sus blancas palmas. Mirándolo. —Perth.— Llama sollozante.

Aquel menea su cabeza de lado a lado suavemente antes de inhalar todo el aire. Típico de alguien que recién despierta. Exhala todo ese aire por la nariz al abrir sus agotados ojos. Parpadea lentamente. Inevitablemente sus ojos chocan con los del líder pues Perth estaba siendo sostenido boca arriba. Ambos permanecen viéndose una vez más solo que esta vez se sienten desconectados. Ya no andan en sincronía.

Perth escucha las puertas y los gritos de sus amigos así que restaura su espalda veloz. Mirando sobre el hombro del líder al pasillo.

—¿Qué está sucediendo? — Pregunta. —Por qué están todos gritando — Se precipita mirando al líder cómo si este supiese todas las respuestas. Lo toma del cuello de su camisa con puños. —¡Dime qué ha pasado!

—Perth, Perth, — Trata de tranquilizar el otro con un último llamado tembloroso. —No lo sé cuando desperté no había nadie ¿okay? Desperté escuchando las puertas y los gritos de todos. No sé qué está sucediendo, pero un psicópata comenzó a hablar por unas bocinas.

Saint temblorosamente apunta arriba con un dedo. Perth sigue el dedo hasta que ambos están mirando al tejado. Miran a su alrededor encontrando con la mirada algunos rectángulos negros. Deben ser esas las bocinas. Vuelven a mirarse con miedo.

—¿Recuerdas cuando cogimos una clase de lenguaje de señas el primer año de escuela? — Susurra Saint.

—Sí.— Perth dice, ya con un tomado frío hacia el otro, pero igual se refleja el miedo de la situación en su rostro.

—¿Lo aprendiste?

—Aprendí algo.

Saint no le remueve la mirada y habla con sus manos. Haciendo los movimientos de manera pausada para que él entienda:

—Hablemos así para que la persona no nos entienda de ahora en adelante.

Saint dice por lenguaje de señas culminando con poner el dedo índice en medio de sus propios labios.

Perth frunce el ceño como en una queja y habla por lenguaje de señas también:

—¿Qué pasa si la persona sabe el lenguaje?

—No creo que lo sepa — Saint hace sus movimientos ahora un poco bruscos demostrando estrés. —no ha dicho nada.

—Oigan, ¿qué mierda están haciendo? — Pregunta la persona de las bocinas con una voz aborrecida.

Perth mira las cámaras al igual que Saint con aborrecimiento. Ambos le sacan los dedos malos al unísono. Rostros llenos de odio.

—Bien. Los dejó ser, pero ¿podrán sus amigos sobrevivir?

Los chicos vuelven a mirar el pasillo de las puertas y gritos chillones.

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