Toda acción tiene reacción, por más que duela debes cosechar todo lo que sembraste recolectando cada karma estancado en tu putrefacta vida.
-Hydra
-¡Tú!-
La voz de Sukuna sonaba totalmente incrédula al ver la figura frente suyo, por otro lado Naoya sólo pudo tragar en seco.Un hombre de estatura mayor al promedio, musculatura pronunciada y una mirada asesina se acercaba a ambos individuos.
-Vamos, Sukuna.. No te iba a dejar toda la diversión a tí.
A parte, estas perras me deben algo preciado y pienso volver a tenerlo en mis manos-
El hombre de camisa negra y pantalones holgados solo sonrió, aquellos labios partidos hicieron estremecer al Zenin.-Fushiguro Toji..-
Susurró a lo bajo Naoya con asombro, pero no fue lo suficientemente bajo puesto Toji escuchó perfectamente para luego dirigirse a donde estaba este.-Tú eres Naoya, ¿Eh? Creciste muchacho.
Valiendo verga, Sukuna-
Habló seco el azabache mientras mantenía su fría mirada en el Zenin.-¿Ahora qué quieres después de interrumpir mi pasatiempo, mierda?-
El de cabellos cerezo se empezó a molestar, estaba perdiendo demasiado de su valioso tiempo.-Sigue con tus mierdas, yo me ocuparé de esta escoria mientras tú puedes ir adelantando te-
Espeto el de cabellos negros mientras con su mano derecha tomaba del mentón al joven bicolor Zenin.-¿Seguro?, Te perderás toda la diversión-
Toji sólo bufó.-Aquí tengo todo lo que necesito-
Habló mientras veía fijamente a Naoya haciendo que este tragara en seco.-Pff, puro perro gusto corriente te gusta, suegrito-
Dicho así salió corriendo del lugar dirigiéndose rápidamente hacia la ubicación donde se suponía estaban situados los peces gordos....
No obstante en la casa donde todos tenían la mira, Naobito se encontraba revisando las cámaras de seguridad. Todo iba normalmente hasta que empezó a notar como una por una las cámaras de seguridad se iban desconectando hasta llegar a todas apagadas.
El Zenin se paró repentinamente del lugar y tomó una navaja que tenía en la mesa.
De repente la luz se fue, todo era oscuridad absoluta y de colmo ya era de noche. Nadie podía ver nada salvo unas velas prendidas en caso de emergencia.
Los demás hombres en el cuarto se alarmaron parándose de inmediato y tomando sus armas se posicionaron.
"Tock tock tock" se escuchó como si alguien estuviera chocando contra el metal.
Rápidamente todos dirigieron su vista al área de ventilación pero sólo se toparon con la rendija abierta y sin tapa. Todos gritaron y corrieron intentando llegar a alguna esquina de la habitación pero fue en vano.De las sombras se pudo ver como una mancha azabache de ojos azules brillantes se iba desplazando a gran velocidad cortando cuello por cuello con una pequeña daga.
Las luces comenzaron a llegar nuevamente, hondas de luz venían y se iban al mismo tiempo dando a la vista una escena sacada de una propia película de horror.
Megumi se encontraba bañado completamente en sangre al igual que el piso con siete cuerpos muertos en este.
El azabache tomó con una mano la cabeza de uno de los hombres que quedaban y jaló de sus cabellos hasta estar cara a cara con este.
-Eres como un pedazo de mierda ahora, qué lamentable-
Seguido de ello escupió en su rostro y con su daga en mano la clavó en uno de sus ojos obteniendo desgarradores gritos de dolor por parte de este.
-No llores como una perra y acepta tu destino-
Sacó sin pudor aquella arma de filo y cortó su cuello haciendo que este se desangre de inmediato muriendo.
ESTÁS LEYENDO
Eres mío || Sukufushi
RandomEl fuerte olor a cigarrillo acaparaba el lugar, los gritos sin cesar de aquellas personas no dejaban escuchar, aquellos grilletes en mis manos comenzaban a lastimar mis débiles muñecas ensangrentadas. Con la poca energía que me quedaba alcé la mirad...