Sobre aquel frío piso se encontraba el cuerpo de Fushiguro quien comenzaba poco a poco reaccionar. Sus párpados pesaban mientras fuertes punzadas en su pecho no dejaban de atajar. Lentamente comenzó a abrir con cuidado sus ojos, dolían como la mierda.
-Ugh... Maldición, ¿Dónde estoy?-
Manifestó confundido mientras se tallaba uno de sus fanales dando una ojeada al lugar
"Oscuridad.." fue lo único que pudo divisar. Estaba rodeado completamente de esta abrumadora negrura-Hic... Ick.. Hick..-
Se escuchó al fondo de aquella ofuscación. Megumi quien arrugó el ceño pensó en la posibilidad de no estar solo.
Con cuidado se puso de pie debido a sus heridas y caminó medio de cojeos entre la neblina hacia donde se suponía provenía tal sonido
-Un... Un alma pura..-
El pelinegro paró en seco. Esa voz sonaba realmente tenebrosa
-Comer... Hambre, quiero comer...-
El de ojos azules comenzó a alarmarse, el sonido de aquella cosa cada vez se hacía más fuerte.-Maldición... ¡Está cerca!-
Susurró a lo bajo para sí mismo mientras se tapaba rápidamente la boca.-Tengo hambre... Comida fresca, la siento ¡CERCA!-
Aquella masa amorfa golpeó con sus grandes manos el piso del lugar haciendo que este se agriete notablemente.Las piernas de Fushiguro comenzaron a temblar para seguido fallar completamente haciendo que caiga de rodillas al piso, justo en una de las grandes grietas efectuadas.
-¡TE TENGO...!-
Clamó con euforia aquella gran monstruosidad mientras se dirigía a toda marcha hacia el pequeño cuerpo del joven quien se encontraba hecho bolita esperando lo peor, el cual no dejaba de tiritar, pero a pesar de ello no sintió su llegada en absoluto
Con cierta duda llevó su mirada hacia donde debía estar aquella cosa, sin embargo lo que estaba frente suyo era muy distinto a su realidad de hace un momentoLa figura de cierta delicada mujer con cabellos cortos de la cual provenía una hermosa luz se encontraba a unos metros frente suyo. Las mejillas de Fushiguro comenzaron a ruborizar, su belleza era simplemente fuera de lo terrenal.
-¿Mhm?-
La dama frente suyo sonrió al verlo y empezó a acercarse al cuerpo estático del joven de cabellos de erizo cerca suyoFushiguro paralizado por el asombro sintió como la luz le empezaba a rozar y de inmediato comenzó a tranquilizarse.
-¿...Uh?-
Era cálida, suave... Se sentía sumamente reconfortante, algo familiar, pero ¿Dónde lo había sentido antes? Hasta que recordó aquel momento. Siendo cargado entre unos delgados pero cálidos brazos en su manto, el olor tan suave y tranquilizante... "¿Madre?" concluyó
Sin darse cuenta, aquella mujer ya estaba frente suyo, con una ligera sonrisa-Calma.. Calma mi retoño, la malvada oscuridad se ha ido. Lamento que llegaras hasta este momento... Hijo.
Yo... Siempre he intentado velar por tí pero desde que aquella familia me arrebató de tu lado para siempre, quise estar en la sombra al pendiente de tu estar y veo que te convertiste en un gran hombre, mi hombrecito-
Habló con tristeza la mujer delante suyo.Megumi no pudo evitar empezar a llorar, no podía creer que después de tanto tiempo finalmente pudo ver a su madre.
Sin más ni menos se arrojó hacia aquél cuerpo divino siendo atrapado en un tranquilizante abrazo
-Madre.. No te sientas mal, no sé dónde estoy pero llegué aquí por mis propias malas decisiones, tu hijo está bien, ¿Sí?-
Decía entre llanto mientras se restregaba en el hombro de su madre-Ay hijo... Veo que tuviste que pasar cosas realmente horribles y me lamento mucho el no haberte podido ayudar.
Tu padre... Tu padre también lo intentó pero los malditos Zenin le llevaron a prisión injustamente, por favor no le tengas rencor-
Expresó con furia la pequeña fémina mientras mecía a su retoño
-Ahora mira el lado bueno... Estarás con tu madre aquí el resto de tu vida, mi melocotón-
Aquellas palabras finales le hicieron paralizar. De repente recordó una figura grande de cabellos rosa el cual le miraba con lágrimas en los ojos "¿Sukuna...?"-... ¿A-ah?, Yo no perteneces aquí, madre. Yo... Ya tengo un hogar y por ahora no es nuestro encuentro. Debo volver... Necesito verlo-
El dolor en sus palabras se podía sentir, era claro que no quería dejar ir a su única familia de sangre pero pero necesitaba reencontrar se con su Alfa-No... ¡Por fin te he encontrado! Yo sé que ya perteneces aquí, tengo todo lo que siempre quise a mi lado nuevamente, mi niño por favor-
Las lágrimas comenzaron a bajar por su delicada mejilla-Lo siento, mamá. Pero hay alguien el cual estoy seguro me está esperando y debo verlo.
Yo... Por fin conseguí una persona la cual me quiere y yo también le quiero.
Y si te metes en mi camino... Lamentablemente te vuelves en mi enemiga-
Terminó mientras fruncía el ceño con total seriedad, hecho el cual su madre asintió con una sonrisa-Mi pequeño Megumi ha crecido... Un hombrecito.
Por fin encontraste el amor, ¿Uh?
Me alegra saber que sí te lo tomas enserio.
Ahora... Dame la mano y cierra los ojos, luego piensa en lo que más quieras, ¿De acuerdo?-
Y sin pensarlo Megumi asintió y cerró fuertemente los ojos pensando en su mayor tesoro
-Bien, abre los cariño-
Dicho ello Megumi abrió sus fanales topando se con una puerta-¿Qué... Es esto?-
Miró con confusión a su madre al lado suyo-Detrás de esta puerta se encuentra lo que más amas, vuelve a casa justo donde se encuentra tu corazón, mi hijo-
Expresó para seguido sonreír y darle un beso en la frente a su pequeño-Te Amo... Muchas gracias-
Y así, con lágrimas en los ojos soltó la mano de su madre y caminó hacia aquella puertaContinuará...
Iba a ser spoiler así que aquí la pongo.
El amor de una madre es más fuerte que cualquier barrera, más duro que cualquier pared de hierro y más cálido que algún fuego.
-Vikento
Bueno, hace meses que no venía jaja lo siento pero el colegio me dejó sin vida y ahorita que ando de días libres lo hice.
Espero no les moleste o y les guste el capítulo, díganme ¿Qué tal estuvo?
Si se puede mañana actualizo la otra parte y creo faltarán al menos dos capítulos para finalizar. Y por cierto, después de finalizar esta historia viene el Side history con Toji x Naoya y el cómo y pq el clan Zenin lo borró del mapa alejando le de su hijo, no se lo pierdan.
Gracias por seguir viendo mi obra, les amo.
Cuídense.-Vikento
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Eres mío || Sukufushi
RandomEl fuerte olor a cigarrillo acaparaba el lugar, los gritos sin cesar de aquellas personas no dejaban escuchar, aquellos grilletes en mis manos comenzaban a lastimar mis débiles muñecas ensangrentadas. Con la poca energía que me quedaba alcé la mirad...