Capitulo 11

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El calor de estos dos hermanos es reconfortante, sus brazos rodeándome ciertamente me hace sentir menos el peso de la soledad.

Supongo que no está mal recibir su consuelo de esta forma...

Recuesto mi rostro en el pecho de Rindou-kun, recibiendo un reconfortante beso en la coronilla de la cabeza, mientras por la parte de atrás siento como el agarre de Ran-kun se afianza en mi cintura, el calor, la comodidad en medio de ambos es buena, aun si no es de la forma en que realmente quisiera, con quien anhelaría hacerlo, sirve para mantener la soledad al margen...

Odio el sentimiento de extrañarte eternamente y no poder concentrarme en algo más....

Mis ojos están cerrados, mi mente intenta borrar el hecho de que no he dormido muy bien, está atenta a cualquier cosa, menos a dejarme descansar.

Escucho a lo lejos la puerta ser abierta con suavidad, a su vez los silenciosos pasos acercándose a mi dirección alertan a mi mente, bombean más energía en concentrarse al máximo en los sonidos, pero mis ojos nunca se abren, solo continuo atento a la situación.

-Oh no puede ser...

El suspiro qué suelta me hace encogerme en mi lugar, la conocida voz hace a mi cabeza reaccionar, y abro mis ojos lentamente solo para encontrarme con la mirada seria y desaprobatoria de Kuroro.

¿Por qué me mira de esa manera?

****

-Deben dejar de hacer este tipo de idioteces- exclama irritado - Ran, Rindou, saben muy bien que Takemichi debe reunirse hoy con el líder de ToMan ¿¡como se supone que oculte todas esas marcas!?

-Exageras demasiado- murmura Rindou-kun fastidiado

-No tienes de qué preocuparte, es poco probable que lo note si está vestido, ¿O acaso nuestro Takemichi se va a follar a Mikey? - interroga el otro con diversión.

-ustedes dos son mi maldito dolor de cabeza cada día- exclama señalándolos, a ellos no podría importarles menos, al contrario, parecen divertirse con el hecho de ver sus reacciones, Kuroro por supuesto lo nota, sabe que recriminarle algo a ambos hermanos sería como hablar con dos niños con déficit de atención, solo quieren seguir jugando sin importar las consecuencias - Solo... salgan de aquí, arreglare sus malditas acciones de nuevo

Cada uno deposita un beso extendido ante la atenta mirada exasperada de Kuroro, dejan unas cuantas marcas más, provocando que exclame con más autoridad que salgan del lugar, ellos por fin aceptan, ríen y se van complacidos al ver al pelinegro acariciar su frente como señal de que intenta ser lo más paciente posible.

Apenas escuchamos la puerta ser cerrada a sus espaldas esa mirada irritada solo se enfoca en mí, analiza mi cuerpo de arriba a abajo, posiblemente pensando en qué hacer con los mordiscos y chupetones en mi abdomen, pecho y cuello.

-Yo...

-Supongo que ya descubriste tu peculiar relación con los Haitani- menciona ayudándome a levantar.

-Es algo confuso aún...

-Lo pondré en los términos más simples; los tienes a tu disposición cuando quieres, es una especie de relación poliamorosa que has creado con el tiempo. Bueno... el otro Takemicchi, el de este futuro- corrige cuando recuerda la situación actual.

-¿Q-que pasa con izana?

-Si... mi teoría es que ellos fueron una forma de sobrellevarlo. Aunque las cosas cambian cuando se trata de Mikey, no entiendo lo que quieres obtener allí.

Stealing my boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora