Stealing my boy

14. La desesperación del nuevo rey

Trago con fuerza el nudo que siento crearse en mi garganta, a su vez aprieto con mi mano mi estómago al sentir como un violento remolino se forma en la boca de este con violencia, una sensación ácida y extraña que me hace perder la calma.

-Supongo que idealizaras que es algo emocionante- menciona al ver mi expresión ciertamente iluminada- también lo pensé en su momento, "si son incondicionales el uno al otro entonces son tan fuertes como el acero forjado en las llamas", al menos esa era mi idea, Tenjiku jamás podría caer.

Expresión dolida, sus dedos moviéndose entre sí dándome a entender que en realidad es un gesto demasiado claro de la ansiedad que le produce el asunto.

-Pero en realidad también podía llegar a ser tan obsesivo y enfermizo que podría llevarnos a todos a un infierno-muerde su labio inferior- todo dependía de cómo se forjara el camino a sus pies.

-Kuroro...-murmuro con la intensidad de ese remolino extendiéndose en mi interior.

-Se prometieron el uno al otro, pero Izana se sacrificó primero- dice con lentitud agonizante para mi organismo- Por supuesto que Takemicchi tampoco quería quedarse atrás a tal compromiso, incluso si se encargo de hacer miserable al involucrado realmente para el quizá no fue suficiente para hacerle justicia, quedó devastado, con un vacío incontrolable en su interior.

Pequeñas ráfagas de recuerdos vienen a mi, sensaciones horribles qué hacen a mi cuerpo desfallecer, una gran bola de odio quema a mi músculo cardíaco con fuerza y manda violentas ráfagas de sangre hirviendo por mi sistema.

Estas emociones no son mías

Pero las comprendo realmente.

Kuroro va acercándose a mi lado, con la mirada triste hacia mi, con la frustración marcada en sus orbes azules y la rabia contenida en sus puños apretados.

-Desfalleció de muchas formas dolorosas- el aire que exhala es pesado y palmea mi hombro- Dime Takemicchi, ¿te has tomado el tiempo de analizar tu cuerpo en este futuro?- cuestiona mientras toma delicadamente mi mandíbula, ladeándola un poco para exponer mi cuello hacia el.

-¿Qué?

-La ira y frustración empezaron a ser parte de su rutina, aunque solo sus más allegados notaron cuando se hundió.

Y el recuerdo llegó a mi...

****** flashback

Pesado, tortuoso, agonizante, justo así se siente mi corazón, es una constante que hace a mi aliento perderse, una voz susurrante qué me hace perder la cabeza.

No puedo controlar mi cuerpo, solamente ver lo que sucede, un pequeño vistazo al pasado que mi futuro yo tuvo que soportar para ser lo que lo hace hoy en día...

Puedo ver mi reflejo, sentado en la cama junto a una pequeña mesa, en silencio, mirándome a mí mismo en el espejo, el casi inexistente cigarro en mi mano derecha y la bebida color caramelo reposando en mi otra mano. Puedo observarme pegar una última calada, sentir el ardor en la garganta y con un sentimiento de melancolía violenta estrellar lo que queda de esa mísera colilla estampar contra un cenicero de cristal en la mesa de al lado, hay al menos una docena de colillas más en el cuando lo veo aligerar su toque de allí.

El sentimiento de soledad y vacío recorre mis huesos como el frío de un pesado invierno. La visión de la palidez de mi piel y las ojeras bajo mis ojos da la impresión de que estoy muerto en vida y de que solo respiro por instinto.

Levanta la copa y bebe un poco del líquido color caramelo qué contiene, el ardor y sensación seca del brebaje corroe toda mi tráquea en un segundo, ciertamente podría decir que es algo liberador a comparación del sentimiento que acoge mi pecho ahora mismo.