Parte 43

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Hemos llegado a otras de las casa del tío de Kendall, la casa es aun más pequeña que la anterior, pero no por eso deja de ser lujosa y atractiva, aunque por ser más pequeña, no tendremos el mismo privilegio, de que cada quien tenga su propio dormitorio, Kendall y su tío han dispuesto que entre las seis escasas habitaciones,  ellos tendrán su propia habitación, otra las ocuparemos las mujeres, las cuales somos Jade, Sibyl y sorprendente también yo, para mi mala suerte yo compartiré habitación con Jade.

 Al parecer en todo este lío, ni Kendall, ni el desagradable de su tío desean tener ningún tipo de compañía.

Cosa que por un lado me alegra, pero por el otro preferiría a Kendall que tener a Jade Coleman a mi lado. Y las otras habitaciones serán ocupadas por algunos de los pocos hombres que se encargaran de vigilar a toda costa, los demás fueron dispersados para no llamar tanto la atención y fueron enviados a proteger otros intereses del señor Coleman,  el tío de Kendall se encuentra algo alterado y obsesionado con la seguridad, pues no se cansa de gritar que está más que jodido y que no podemos bajar la guardia, y no ha dejado de echarles la culpa a Kendall y a su hermana.

─¡Solo me han traído desgracias! ─la voz del señor Coleman truena por la sala.

Kendall y Jade están en medio de la sala, mientras su tío está en frente de ellos, culpando a sus sobrinos de todo, la cara de Jade es de pura tragedia y desesperación, y algo de miedo, pero Kendall se ha mantenido serio, ni siquiera puedo detectar que tipo de emoción pasa en él ahora mismo.

─¡Fui un idiota, un estúpido, al saber que ustedes significarían mi ruina jamás los hubiera acogido, todo por bobos caprichos! ─grita caminando de aquí para allá con los brazos agitándolos de furia.

Él hombre sigue despotricando en su contra, Jade a casa segundo luce más afectada y aterroriza, al parecer no aguanta las injurias que su tío no para de decir porque se ha aferrado a Kendall de uno de sus brazos.

─¡Mierda! ─suelta mas encorajinado─, ¡¿Era tan difícil Kendall aceptar que esa...?! ─me apunta con su dedo haciendo estremecer de sorpresa, hace silencio y continua─, Rayos, ¿acaso era tan difícil aceptar que ella no te ama? ─luego sus ojos van a Jade, es una mirada despectiva y furiosa.

Pasan segundos de silencio frío y tirante, hasta que por fin sigue destilando todo su veneno.

—¿Acaso no te han enseñado que las mujeres deben darse su valor?,  No era difícil aceptar que alguien te rechaza, no puedo creer que esto me este pasando por el capricho de ustedes —los mira a ambos muy molesto.

Sus ojos se vuelven rojos.

—¡Diablos, si no fueran mis sobrinos...! —empieza a gritar nuevamente.

—¿Qué? —Kendall pregunta serio.

Su tío calla. Ahora ambos se miran directamente, Kendall con una seriedad intachable, y su tío con furia.

—Termina, por favor, sé que quieres decir que si no fuéramos tus sobrinos, ya nos habrías matado, no tienes que decírmelo, eso ya lo sé —Kendall responde y entra sus manos en sus bolsillos—, eso es lo que siempre haz deseado quitarnos del medio, ya que no nos necesitas, porque ya con nosotros lograste tu objetivo.

El viejo malhumorado pasa una mano por su pelo entrecano y suspira fuerte.

—No es así Kendall, pero... ¿Cómo quieres que reaccione cuando algo que me ha costado, sudor, lágrimas esfuerzo, sangre me lo han destruido?, todo lo que tengo no lo tuve de la nada, esto me ha costado Kendall, y en un día, todo se ha ido al demonio —explica con los dientes apretados—, solo porque ustedes niños, no pueden dominar sus caprichos, porque no pueden ustedes vivir sin personas que no les importan su bienestar —se acerca a Kendall y lo agarra de la barbilla, sus ojos se vuelven dementes—, y tienes razón si no fueran mis sobrinos los hubiera matado, ahora mismo mis hombres estuvieran deshaciéndose de sus cadáveres, hablas de que me quiero deshacer de ustedes ya que cumplí mi objetivo, iluminame y dime cuál fue según tú.

Sobreviviendo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora