Sobreviviendo a ti

Parte 22

La mañana esta silenciosa y tranquila, yo solo me distraigo jugando con el borde del mantel blanco del pequeño comedor. Estoy en pijama, observo a Jade y mi mente no para de preguntarse, el porqué no me siento feliz al haberme acostado con ella, porque no siento esa felicidad al haberla hecho mi mujer.

Al contrario siento que he cometido un crimen. Niego varias veces, tal vez necesito tiempo para acostumbrarme a eso.

Jade esta preparando el desayuno, Nos hemos levantado temprano, pero no le veo sentido hacerlo, ya que nunca salimos de esta casa.

Jamás he pisado afuera después que desperté, ella dice que es por mi protección, ella tiene miedo de que esos tipos me encuentren y terminen matándome.

Pero no soporto más, quiero salir, respirar aire fresco, total. Según lo que ella cuenta estoy metido en asuntos muy turbios, al igual que su hermano. Pero si estamos en esto juntos por qué no ha venido a verme ni una sola vez, ni siquiera una llamada.

─¿Tu hermano y yo somos buenos amigos? ─pregunto de repente.

Miro a Jade que esta de espaldas, no sé si fueron imaginaciones mías o realmente pasó, vi a Jade tensarse ante mi pregunta.

─Claro que sí ─sentí su respuesta como algo automático.

─¿Por qué no ha venido a verme ─pregunte curioso.

Si somos buenos amigos, por qué no ha venido, o es que ya no le intereso.

─Esta muy ocupado, ya que te haz ausentado tiene que llevar todo solo, y en estos momentos no se encuentra en nueva york, está en la florida ─Jade respondió colocándome el desayuno en frente de mí.

Aprecie el plato, y el olor del huevo y tocino abrieron mi apetito.

─Gracias ─musite.

Ella me sonrío y se sentó en frente de mí.

Tome el tenedor que había puesto al lado del plato, y enseguida lleve parte de la comida a la boca.

Pero sus respuestas no satisfacen mis preguntas, no me siento conforme.

─Esta muy bueno ─dije para comenzar una conversación.

─Gracias ─ella respondió y comenzó a comer.

Me quede mirándola por unos segundos, todavía no sé si decirle lo de mis sueños, no quiero darles pensamientos extraños al decirle que tengo tres noches soñando con una mujer que no es ella.

Pero tal vez estos sueños sea algo importante para mis recuerdos.

No sé que hacer, no quiero incomodar este momento, y no después de que anoche ella se entrego a mí.

─¿Pasa algo? ─la voz de Jade me saca del pensamiento.

Parpadeo varias veces.

─¿Por qué preguntas ─intento lucir casual.

─Pues, tienes un rato mirándome extraño ─lleva una tasa de café a sus labios sin dejar de mirarme.

Cuéntale, dile lo que te pasa, todo esto tal vez tenga algún significado.

─¿Puedo hacerte una pregunta? ─murmure dudoso.

Ella asintió con sospechas.

Coloque el tenedor al lado del plato, trague grueso como buscando la manera de aligerar mis pensamientos, coloque los codos en la mesa y acerque mis manos  a la cara jugando con mis labios.

─¿Alguna chica de nuestro vínculo social tiene el pelo negro? ─pregunte algo ansioso.

Al momento que termine de preguntar Jade se ahogo con su tasa de café.