Parte 12

1.1K 101 14
                                    

Han pasado días después que he perdido a mi bebé, ni siquiera pude saber que sexo tenía. Kendall se ha creído toda mi historia, cree que caí de las escaleras por reclamarle a Barbara de que lo dejé en paz.

Pobre idiota por mi se puede acostar hasta con el servicio, miro la hora y son las dos de la tarde, suspiro con cansancio, el aburrimiento me mata, Kendall ni siquiera ha colocado una televisión en esta habitación, quiero entreterme con algo, hasta me conformaría con ver programas de comerciales, no me importa.

Mi mirada va hacia Sibyl y ella esta muy concentrada en su celular.

Me levantó de la cama, ella deja de ver su teléfono y me mira ceñuda.

─¿Dónde está Kendall? ─pregunte aburrida.

─Esta abajo, hoy habrá una fiesta ─murmura volviendo su mirada a su teléfono nuevamente.

¿Una fiesta?

No me habló nada sobre eso. Igual no me importa, no pienso salir esta noche de esta habitación. Iba a ir al baño, pero cuando pase cerca de las puertas de cristal que llevan al balcón, me di cuenta que Ian paseaba por los jardines, me detuve.

Lo mire, y algo se incendio en mi interior, era como si una idea se formara en mi interior. Algo me decía que debo asistir a esa dicha fiesta, que por nada del mundo debo quedarme encerrada en estas cuatro paredes que Kendall ha creado para mí, mientras él puede hacer lo que se le plazca.

Sonreí.

Iré a la fiesta.

─¿Observas a Ian? ─Sibyl me interrumpió en mis pensamientos.

Cuando la mire, en sus ojos había un sentimiento incomodo, hasta en su tono de voz pude discernirlo, recordé que ella se había dirigido a Ian como un amante.

─No ─respondí finalmente─. Solo veo el día, esta hermoso ─mentí.

La mire a los ojos mientras sonreía. Tuve una idea un tanto retorcida, pero me da algo de temor llevarla a cabo, no quiero que tan pronto como empezaré esto, me descubran. Entré al baño, cuando puse el seguro, camino hacia el espejo del baño y veo mi reflejo, en mi sonrisa hay algo de maldad, esta noche será interesante, acabó de tener un pensamiento algo cruel y a la vez bueno para comenzar con este juego.

Lave mi rostro y me arregle mi cabello en una coleta. Cuando salí del baño, Sibyl aún estaba con toda la atención en su celular.

Iba a salir de la habitación, hasta que la puerta se abrió, Kendall entró, me regaló una sonrisa, la cual tuve que corresponder por una también.

Cuando llegó a mí, me tomó de las manos dándome un beso en la mejilla.

─Hoy a las 8 habrá una fiesta ─avisa─, si no quieres asistir te entenderé, ya que debes senti...

─¡Claro que iré! ─confirme con prontitud.

Kendall quien me observaba con sorpresa hizo un gesto.

─¿En serio? ─preguntó alejándose un poco de mi.

Le di la más hipócritas de mis sonrisas, claro que iré, porque esta noche comienza mi juego, ya no me esconderé más en esta habitación.

─De ahora en adelante, siempre iré contigo como tú mujer, Kendall ─ahora yo me acercaba a él.

Kendall me abrasó con fuerza.

─Lady Di, la felicidad que tus palabras me dan son indescriptibles ─susurró cerca de mi oreja.

"Maldición esto es tan fácil"

Sobreviviendo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora