Nunca te olvidare....Capitulo: 17....-Maraton 4/4

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Narra James.

Ya habían pasado unos cuantos días desde mi "cita" con ____. Ella no se había molestado en llamarme y yo no tenía agendado su número.
Por alguna razón me atemorizaba la idea de ir hasta su casa y pedirle otra salida.
Durante todo este tiempo no logré sacármela de la cabeza. Su aroma seguía impregnado en mi nariz. Soñaba sus ojos todas las noches. Ella era un delirio para mí.
Me atormentaba la idea de que ella ya no quisiera verme. En realidad sentía algo por esta muchacha que no tenía explicación alguna, y tal vez la idea de ser rechazado no me daba el poder de levantarme e ir a verla.
—Levantado tan temprano—Interrumpió Carlos mis pensamientos mientras entraba a la cocina refregándose los ojos.
—Si—Contesté apenas audible—No pude dormir bien.
—¿Ella otra vez en tu mente?—Preguntó mirándome mientras comía una tostada.
—Cada segundo del día—Logré pronunciar.—No sé qué es lo que me ha hecho—Pregunté más para mí mismo.
—Te ha flechado—Dijo riendo.
—Y con una flecha muy poderosa.—Bromé y el carcajeó.
—Igual..Todavía no entiendo—Dijo él mirándome fijamente.
—¿No entiendes qué?—Le pregunté extrañado por su comentario.
—No entiendo que es lo que haces en la mitad de la cocina con unos boxers.—Contestó rápidamente.—Tú tendrías que estar yendo hacia su casa e invitarla a salir.
Yo lo miré y negué con la cabeza.
—Tengo miedo—Confesé
—¿Miedo?—Preguntó incrédulo—¿El gran Maslow con miedo de una chica?—Soltó una pequeña risa
—Es que tú no entiendes—Le dije parándome y saliendo hacia el salón.—Ella no es una chica cualquiera Carlos. Ella es especial, demasiado.
—Y con más razón, ¿Qué es lo que haces aquí?—Dijo siguiéndome el paso.
Lo miré detenidamente unos minutos y luego le dije.
—¿Qué se supone que es lo que debo hacer?.
—Ir tras ella. Si enserio la quieres, ve por ella—Dijo con una sonrisa.— Esas chicas no se consiguen en todos lados— Continuó mientras subía las escaleras— . Nunca dejes pasar oportunidades así. Quizá no vuelvan nunca.
Medité un par de minutos la situación.
'Ve por ella James, no la pierdas' Decía mi mente.
Pero.. ¿Qué pasa si ella me rechaza? ¿Y si ella ya se olvidó de mí? ¿Si no quiere verme más?
Miles de preguntas bombardeaban mi cerebro y ninguna respuesta llegaba a mí.
'Juégatela. Mejor perder intentando que quedarte con la duda de que hubiera pasado. ‘Mi mente seguía hablando.
No dudé un segundo más, me vestí, tomé las llaves y partí de mi casa. Estaba seguro y estaba decidido.
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Estacioné y bajé. Llegué hasta su puerta algo temeroso, y junté valor
—Tu puedes James—Me animé a mí mismo.
Toqué a su timbre y esperé. Se escuchaban pasos acercarse a la entrada y mi corazón latía fuerte.
La puerta se abrió y ahí estaba ella, más linda que nunca.

Narra ____.

Qué estúpida eres ____. Era más que obvio que él se olvidaría de ti. Apuesto a que ahora está con una de esas de piernas largas y buen trasero.
—Que ingenua—Susurré mientras lavaba mis dientes.
¿Como pudiste caer en sus juegos?. Él ni siquiera te ha buscado o llamado.
—Idiota—Volví a decir.
'Ahora explícate como harás para sacarlo de tu mente. Según yo, Maslow no se ha ido de tu cabeza desde hace días.' Me recriminaba mi mente.
Suspiré y me tiré en mi cama.
Pensando y pensando, suena el timbre.
Me levante con mi piyama puesto y sin ganas bajé las escaleras.
8 de la mañana...¿quién sería?
Abrí la puerta y allí se encontraba él parado, con un ramo de flores entre sus manos y una sonrisa de oreja a oreja.
—Buenos días— Me dijo tiernamente.
Yo no creía lo que mis ojos veían. ¿En verdad era James, o era una mala broma que causaba mi mente?
—Lamento no haberte llamado en este tiempo.—Se disculpó bajando su cabeza.
—N..n..no te preocupes—Apenas pude pronunciar—Emm y ¿Qué...haces por aquí?
—Quiero invitarte a salir—Me lanzó una bomba.
—¿A...salir?—Pregunté sorprendida.
—Si—Sonrió—Pero esta vez quiero una verdadera cita.
Yo no sabía que contestar. ¿James Maslow pidiéndome una cita?.
—¿Qué dices?—Dijo mientras esperaba mi respuesta.
—Emm..yo..Claro—Sonreí abiertamente.
Sus ojos brillaron ante mi respuesta. Volvió a sonreír y dijo.
—Paso por ti hoy. ¿A las 8?—Preguntó emocionado.
—De acuerdo, 8—Contesté yo un tanto alegre.
Él me entregó el bellísimo ramo de rosas rojas que tría en sus manos y besó mi mejilla.
—Te ves hermosa hoy— Me dijo alejándose de mí.—Vengo por ti a las 8.
Yo solo asentí y observe como él se subía a su carro y emprendía marcha.
Cerré la puerta y la sonrisa más grande del mundo entero asomó por mi rostro.
'Te ves hermosa hoy'. Recordé sus palabras y miré mi atuendo. Mi piyama de Bob Esponja adornaba todo mi cuerpo. 
Me sonrojé al instante.
Puse las flores en agua y me recosté en el sillón. Mi sonrisa no se había borrado aún.
Se trata de entender que todo tiene su tiempo.
Actuar o esperar, dos caras de una misma moneda. Con cualquiera de las dos podemos ganar pero también podemos perder. Una corazonada, una señal, siempre buscamos algo que nos diga cuándo actuar. Pero no nos damos cuenta de que esperar también es actuar.
Yo había esperado más de 6 días, y cuando mis esperanzas se marchitaron, apareció él para volverlas a la vida.

Buenos chicas hasta aquí llega el maratón 

Espero les haya gustado.

"Nunca te olvidare" James MaslowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora