Capítulo 21
Quédate conmigo
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¿Es mi idea o se obsesionaron con Infernal? 😳
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Kirtan me llevó a una zona alta de Antorm. Estábamos en un área residencial establecida en las alturas de una montaña que brindaba una vista privilegiada de la ciudad.
No debería confiar ciegamente en Kirtan, pero sabía que, de querer acabar conmigo, lo habría hecho hace mucho tiempo. Tuvo mil oportunidades y nunca lo hizo. Bien pudo matarme y hacerlo pasar como un accidente de los entrenamientos, o quizá secuestrarme y llevarme a algún lugar lejano del Infierno en donde el Círculo Gris nunca me encontraría. Me odiaba, pero no me quería muerta...
Al menos, no todavía. En cualquier momento su odio por los ángeles podría vencer a la razón y yo me convertiría en el blanco de su venganza.
No logré disipar el terror que permanecía dentro de mí desde lo sucedido en la discoteca. No era el recuerdo de mis conocidos queriendo asesinarme lo que me asustaba tanto, porque, para ser sincera, eso es algo que imaginé mil veces. De niña solía creer que en cualquier momento mis padres adoptivos se hartarían de mí y que me liquidarían ellos mismos.
Lo que me aterraba era el hecho de que pudo pasarme cualquier cosa bajo la influencia de Dean. Él se limitó a jugar con mi mente y se largó, pero las cosas pudieron terminar de la peor manera. Por lo que sabía, los infernales con la capacidad de encantar a otros podían hacer que el hechizado hiciera lo que ellos ordenaran. Dean pudo abusar de mí. Pudo matarme.
—¿Estás bien? —preguntó Kirtan mientras caminábamos por la acera ubicada entre las acaudaladas viviendas de los límites de la zona alta.
No respondí. Él guardó silencio.
Nos detuvimos frente a una casa de dos pisos con un diseño moderno y vanguardista y con un bonito jardín de plantas de hojas negras en el frente. Parecía el hogar de alguno de los niños ricos del internado al que asistí, pero en una versión gótica.
—Vamos adentro —invitó Kirtan.
—¿Quién vive aquí? —consulté, aún me temblaba la voz.
—¿Quién crees tú? —Él sonrió.
—¿Tus... tu padre? —Recordé que su madre había fallecido.
La sonrisa de mi entrenador desapareció.
—No tengo nada que ver con mi padre. Esta casa es mía.
Iba a hacer miles de preguntas, pero el mundo me dio vueltas y me tambaleé hacia un lado. Kirtan alcanzó a sostenerme en sus brazos antes de que me cayera al suelo.
—Ven aquí. —Me cargó sin esfuerzo. Sus fuertes brazos me hacían sentir protegida.
—Puedo caminar sola —dije, pero de todos modos envolví su cuello con mis manos para aferrarme a él.
—El alcohol que llevas dentro dice lo contrario.
—Estoy ebria, Kirtan, no paralítica.
Se rio.
—Luego te quejas de que no soy un caballero.
—Me quejo de que me tratas como la mierda, lo cual es diferente.
—Cassia... —Se enserió.
—Bueno, ¿me llevas adentro o no?
Kirtan suspiró y me cargó hacia el jardín frontal de la impresionante casa de paredes pintadas de negro. No sería el hogar de Kirtan sin tener un diseño tan oscuro como su alma.
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Infernal
FantasyUn demonio que odia a los ángeles, hasta que una chica con sangre angelical pone en duda su desprecio y juntos encienden una pasión más ardiente que el Infierno. 🔥 Cassia nació con una peligrosa adicción por el fuego y con voces dentro de su cabeza...