4° No estoy listo

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No podía creer que iban a dormir juntos. Jamaica estaba encerrado en el baño de México dándose ánimos. Estaba haciendo un progreso ¿No?
"¿Por qué no puedo dejar de sentirme tan nervioso?" Pensó mientras se lavaba el rostro "¿Él se sentirá tan nervioso como yo?"

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Al salir del baño un poco más relajado, se encontró con México recostado sobre el sillón, se había cambiado de ropa e iba más cómodo, el aún seguía con el uniforme puesto.

- Puedes ponerte algo de mi ropa para que estés más cómodo -

- No creo que tu ropa me quedé - dijo divertido al pensar en ponerse la ropa de Mex.

México lo miro unos segundos y asintió, se le hizo fácil proponerle eso ya que siempre compartió la ropa con Chile pues eran de la misma talla, ahora que lo recordaba, aún tenía algo de ropa de Argie que probablemente le quedaría bien a Jamaica, pero dudaba mucho que quisiera ponérsela - Solo ponte cómodo -

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Otra cosa por la cual arrepentirse.

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Jamie se quitó la camisa quedando en playera de resaque, había quitado su pantalón también y sus zapatos.

Mex trato de disimular su sonrojo girando la cara a otro lado. No tenía porque sentirse avergonzado, eran solo amigos y no pasaría nada entre ellos.

"¿No pasaría nada entre ellos, verdad?"

Un silencio incómodo se instaló en aquella sala.

Jamaica seguía de pie, con su ropa en las manos, tratando de no salir huyendo - Mex... -

De pronto el mexicano se echó a reír a carcajadas.

El jamaicano al principio no lo captaba pero pronto fue contagiado por la risa escandalosa que tanto le gustaba escuchar.

- ¡Nos vemos tan estúpidos! -

- ¡Si, ¿Qué rayos nos pasa?! -

- ¡No lo sé! - exclamó él castaño aún tratando de recuperarse de tanto reír.

Jamaica había dejado caer su ropa, con una mano sostenía su estómago que le dolía de tanto reír y con la otra mano se sostenía del sillón para no caer, su cara estaba acalorada y se sentía muy idiota, tan idiota que cuando Mex tomo su mano y le sonrió ya más tranquilo se lanzó sobre el para abrazarlo efusivamente.

- ¿Jamaica? -

- Lo siento... ¿Esto no es nada raro, verdad? -

- Solo un poco -

- Deja que nos quedemos así un ratito -

- Está bien - termino correspondiendo el abrazo.

Los minutos pasaban, aunque al principio para México fue incómodo y su cuerpo estaba tenso, pronto se relajo tanto que estaba a nada de quedarse dormido. A pesar de tener a Jamie sobre el no se sentía apresado, su calor y olor le hacían sentir seguro, tanto que antes de finalmente quedarse dormido susurró...

No olvides poner seguro a la puerta (Mordida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora