Capítulo 28

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NARRA BECCA

-Bien, me voy.- dije cargando mi mochila y acarreando a Galilah recien bañada y perfumada. Se la entregue a Sam, quien me miro bastante confundido, y al rato su sorpresa fue acompañada por la de su hermano.- Amelia se casa en unos dias, me llamo varias veces pero aca nunca encuentro señal, y cuando finalmente el celular me anduvo me llego una catarata de mensajes y llamadas. Quiere que sea su dama de honor- exclame encantada. La verdad me vendria bien unas mini vacaciones, y de paso dejaria que estos dos pasaran mas tiempo juntos y solos. Además me agradaba la idea de que Galilah recibiera un poco de atencion paternal, ya que todo el dia yo me encargaba de ella, y aunque no me quejaba, le haria bien tener conciencia de las figuras masculinas de su vida.

-¿Y en que se supone que iras?- pregunto Dean destapando su cerveza mientras se sentaba en la mesa y retomaba la lectura de un libro muy antiguo, seguramente relacionado con la marca de Cain.

-Ya prepare un auto del garage, si no les importa.

-¿Quieres que te lleve?- dijo Sam levantandose y acompañandome a la puerta de entrada.

-No, estare bien. Solo procura que tu sobrina no se muera de hambre. Deje varias mamaderas con leche en la heladera.- entonces Hermes se acerco corriendo y agitando la cola (si, habia decidido dejarmelo y ponerle ese nombre que le quedaba a la perfeccion. No pude contra sus ojitos manipuladores y adorables)- ah, y cuida a Hermes. Tambien le deje alimento y agua en varios lugares, asique mucho no te molestara.

Acto seguido bese unas mil veces a mi hija, le di unas palmaditas incomodas a Sam en el hombro luego de un desastroso baile que indicaba nuestra indecision sobre si debiamos abrazarnos o solo darnos la mano, y asenti en direccion a Dean como unica despedida.

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-En serio, no puedo creer que vayas a casarte- le dije a mi amiga con una sonrisa, quien observaba detalladamente su vestido de bodas en un gran espejo y parada sobre un taburete, mientras la vendedora y la costurera del lugar discutian acerca del talle y las medidas.

-Ni yo me trago que este a punto de prometerle fidelidad a ese ñoño, pero, ¡quien lo diria! Estoy enamorada. - coloco las manos en sus caderas y giro risueña, pero cuando estuvo a punto de caerse de detuvo en seco y se bajo con cierta dificultad-¿Puedes creer que hemos estado haciendo el amor con el soundrack de Juego de Tronos? Ese hombre sabe como ponerme.

-No necesito mas detalles, gracias.

Amelia desfilo adelante mio y yo contemplaba embobada su vestido largo y de seda con corte princesa que parecia hecho a su medida.

-Oh, vamos, no te hagas la mosquita muerta conmigo. Se de buena fuente que has estado viviendo con dos machos alfas en la misma casa, asique no se de qué tanto te escandalizas.- mi amiga se acomodo las bobis dentro del corse, y luego pudo notar mi inevitable expresion de desconcierto- A Sam se le escapo cuando vino a buscar a Galilah. Yo lo bombardee con preguntas sobre ti, y me dijo que como su hermano no estaba muy bien de la cabeza por haber vivido algunas situaciones bastante tragicas tu te quedaste a ayudarlo debido a tus conocimientos en el campo de la psicologia.-asique eso le habia dicho. La verdad nunca le pregunte porque Amelia tampoco saco el tema, pero tambien hay que tener en cuenta que la despedida fue corta y rapida y no nos dio tiempo de ponernos al dia- Creo que es la mentira mas elaborada que alguien alguna vez me dedico, asique no sabia si sentirme molesta o halagada. Pero despues cuando te dignaste a pasar por mi casa, opte por la segunda opcion.

-Te dije que mi vida era complicada, y lo sigo sosteniendo.

-¿Que parte de todo eso es cierto?

-Bueno...hermanos si son, asique en eso no te mintio.

-Creo recordar que me prometiste una explicacion...

Lo que está prohibido me hace feliz (Supernatural- Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora