Lo que está prohibido me hace feliz (Supernatural- Terminada)

Capítulo 26

NARRA BECCA

Lunes. El calor era insoportable, pero no tanto como la nueva convivencia. Habiamos llegado hacia un par de días, y lo primero que hice fue intentar acomodar una parte de mi vida antigua que aunque no duro tanto fue significativa a la pequeña, fria e incomoda habitacion que solia ser mia cuando me dejaron por primera vez quedarme aqui. Extrañaba el conformismo que me provocaba mi antiguo departamento porque ya me habia hecho a la idea de que no me podia dar el lujo de pagar algo mas caro, pero cómo resulto finalmente ser lo mas acogedor y seguro del mundo. Mi propio lugar de confianza y paz.

Estaba acostada solo con un short y un corpiño deportivo, y Galilah yacia a mi lado en pañales. Habia comenzado a leerle una nueva version infantil y moderna de Caperucita Roja, y ella parecia escucharme con atencion.

Me sobresalte un poco cuando tocaron la puerta, pero supuse que seria Sam para mostrarme unos extraños informes que investigaba mientras intentaba encontrar algo sobre la marca de Cain.

-Adelante- exclame con demasiado impetu.

Dean entro cargando una caja mediana en sus brazos. Me incorpore por la sorpresa, y note como inmediatamente los temblores comenzaron. No habia hablado con el desde mi llegada, solo me limite a preguntarle a Castiel sobre Galilah y si habian tenido alguna dificultad. Afortunadamente el Winchester mayor tampoco habia hecho un intento en acercarse, lo que me facilito muchisimo las cosas y aflojo un poco el nudo de tension. Pero alli estaba, dudando si cerrar la puerta o no y mirandome con ojos desorbitados.

-¿Que quieres?- dije bruscamente, dandome cuenta tarde que mi voz habia temblequeado. La fachada de chica ruda solo la utilizaba para ocultar el temor que habia comenzado a sentir por Dean. Las pocas noches siguientes despues el incidente con Dean-demonio tuve pesadillas relacionadas con él, y el ver como la marca sobresalia de su antebrazo no me tranquilizo. Era un claro recordatorio de que podria volver a ocurrirle lo mismo, y por supuesto ni Galilah ni yo teniamos planeado estar presentes.

Su mirada divago por toda la habitacion, y la retuvo en la pequeña mesa donde habia colocado algunas fotos. Luego de inspeccionar cada una de ellas, dejo la caja en el suelo y se cruzo de brazos. Su expresion se habia endurecido, supongo que por mi forma brusca de saludarlo.

-Vengo a dejarle un regalo a mi hija.

Me levante e inspeccione con mas atencion la caja, que tenia unos pequeños agujeros y se sacudia. Oh, no.

-Dime que no es lo que creo- me agache y sin pedir permiso saque la tapa para descubrir un pequeño, peludo y totalmente adorable cachorro de labrador negro. Lo levante con una sonrisa y el perrito lengueteo mi nariz mientras se retorcia con alegria. Inmediatamente me percate de que habia seguido sonriendo como una idiota, y cuando mire a Dean él tambien lo hacia. Mi mal humor regreso.- ¿y se supone que yo tengo que cuidarlo?

A Dean tambien se le borro la expresion de alegria cuando le hice esa pregunta en tono despectivo.

-No, yo lo hare.

-Si, claro. - dije con una sonrisa y volvi a acostarme. Una furia contenida se reflejo en su mirada- ¿que acaso se te olvido tu "pequeño altercado" con Adonis?- marque las comillas con los dedos, y levante a Galilah para acostarla en la cuna.

En todo el trayecto Dean no emitio ni una palabra.Los nervios me invadieron y comence a acomodar unas cuantas cosas de mi hija que estaban desparramadas.

-¿Como se supone que deba responder a eso, Becca?- susurro esto con una voz tan baja que tuve que levantar la cabeza para cersiorarme de que no se trataba de algun pensamiento lejano lo que escuchaba-Dime, ¿que quieres que diga?- ante mi silencio de sorpresa siguio hablando, y parecia que escupia cada palabra- hablas como si ni siquiera me importara lo que dices. ¿De verdad crees que no me afecta? Si tan solo supieras que....-suspiro- que cada maldito segundo pienso en mis errores. Y que lo que mas desearia es volver el tiempo atras..-su mirada se endurecio- pero no. Tu solo piensas en ti misma. En como todo esto te perjudico.