Lobo Daitan IV

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CAPÍTULO IV: LOBO DAITAN PARTE I

Partimos con Ryoshu desde el templo. El me aseguró que encontrar al lobo no sería muy complicado. Tan sólo habría que ver quien era su siguiente víctima.

— Bien, ¿Tienes la lista de estudiantes?

— Claro, aquí está.

— Bien. Mira, trata de ver los nombres de los que marqué con una cruz, y dime dónde de sientan. ¿Entendido?

— Claro.

Uno por uno, empezó a nombrar a mis compañeros de clase que habían sido atacados, y yo, en un plano, iba marcando el lugar de asiento. Fue bastante engorroso tratar de recordar el lugar y relacionarlo con el nombre, pero tenía yo una muy buena ubicación espacial. Al final, quedaba en la hoja, O siendo los que no fueron atacados, I yo y X los atacados, un mapa algo así.

XXXOXX
OOIXXX
OOOOO
OOOOO

— Interesante patrón. Pero, ¿Qué te dice?— Pregunto a Ryoshu, sin tener la más estúpida idea. 

— Dime, Genjii, ¿Qué tienen en común los ataques? Fíjate en tu planilla.

Eran todos nombres de mujer.

— Son todas chicas.

— Mhmm. Y están todas curiosamente cerca tuyo.

— ¡Es verdad!

— Ahora bien, ¿Quién está inmediatamente a tu izquierda? O sea, fila dos, tercera columna.

— Mhmmm...¡Es Daitan! Pero....Está sentada allí hace poco.

— Ya veo...De todas formas, ahora necesito que me digas quién se sentaba en la primera fila, cuarta columna. ¿Sabes jugar a la batalla naval no?

— EHH....No tengo mucha experiencia con juegos de mesa. Todas las noches, mientras mi familia jugaba, yo estaba encerrado en mi cuarto, leyendo algún manga de baja calidad.

— Ya veo...Bueno, dime las coordenadas que te dije.

Empecé a buscar nombre en la lista, tratando a su vez de recordar la posición. Espera...

— No.

— ¿No qué, Genjii?

— Esto no es posible, Ryoshu-san. No puedo creer que sea esto. Me niego.

— ¡Escúpelo ya!

— ES TOMOE. ES TOMOE.

— Ya veo...Y , en base a lo que puedo ver, está entre tú y todas las asaltadas. En otras palabras...

— ¡ES LA SIGUIENTE!

— Acertado estás. Ahora, debemos evitar que pase una catástrofe, y una muy muy grande. Maldición, debemos apurarnos...

— ¿Por qué?

— Verás, son dos anomalías, bastante ególatras y narcisistas. Posiblemente destruyan buena parte de la ciudad si no se las contiene.....Aunque si bien no podemos interferir, porque nos matarán, podemos tratar de reducir el radio de acción a la parte vieja. Si encontramos un edificio lo suficientemente grande....¡Ya sé, la vieja estación!

Last day of my adolescenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora