Panthera Leo V

54 3 0
                                    

Golden Week II

NO PUEDO CREER LO QUE ESTOY VIENDO. TOMOE TENÍA DOS OREJAS FELINAS Y DOS COLAS.

- ¿Qué pasa, Genjii-kun?

QUE DIGO QUE HAGO QUE DIGO QUE HAGO.

- Eh...¿Tomoe-chan?

- ¡¿Quién más pues? Tontuelo!

Y dejo escapar esa risilla, otra vez.

Al seguirla yo mirándola atónito, bajó sus orejas en señal de vergüenza.

- No te gusta mi apariencia, ¿Verdad?

Eso no era. No sé si sabían, pero tengo algo por las chicas gato. No sé cómo explicarlo, pero me atraen bastante...

- ¡No es eso! Puedo...

Y toqué su cabeza, como cuando le haces cariño a un gato.

- !QUE ADORABLE!

A Tomoe no le agradaba para nada esto.

- ¿Vas a dejar de hacer cosas extrañas Genjii-kun?

AH.

- EH, SI, MIL DISCULPAS TOMOE.

- Ni te molestes...-dijo ella, claramente molesta.

- ¿Puedo preguntar cómo pasó esto?

- No sé, en verdad, Genjii-kun. Me dió esa horrible fiebre, cuando saliste estuve así un rato y en un momento paró, pero crecieron estas.

Me recuerda al verano.

Lo cierto es, que la gata se debilitó, entonces debe haber transferido gran parte de su presencia y poder de vuelta a Tomoe. ¡Se está manifestando! Creo que lo mismo pasó con el León. Al estar tanto la gata y el León debilitados, su albedo les hace imposible manifestarse correctamente, entonces entran en un estado de hibernación. Aún así, afectan el subconsciente de quién los lleve, y se mimetizan, pero se manifiestan en acciones y, a nivel somático, como la gata en Tomoe. Aún así, espero que no se desate completamente, o tendré que lidiar con Tomoe, otra vez. Y esta vez, no tendré al León para que no muera, porque ganarle es imposible.

- Ya veo, Tomoe-chan. Por favor, ¡Cuídate! Quédate tranquila en casa. No te alteres.

- ¿Por qué me alteraría, Genjii-kun?

- No es por nada, Tomoe-chan. Es más, siéntate aquí, yo te haré un te. ¿Entendido?

Tomoe parece confundida, pero aún así asiente con la cabeza. Fui a la cocina, a prepararle su té. Cielos, espero que no empiece a armar rencor hacia mí, o sino me asesinará. Soy completamente vulnerable a Tomoe en estos momentos, y si algo pasa, y ella arma rencor hacía mí, quizá la gata se manifieste y acabe conmigo on sight. Así que me aseguré de elegir la taza más hermosa, una llena de gatitos y con forma de gatitos. Preparé el té más rico que tenía. Eché un vistazo a Tomoe. Se tocaba sus orejas, y se la veía decaída. Así mismo, sus esponjosas colas se movían levemente. Con esas cosas, ¡Me es más fácil entender a Tomoe!

Agarré la taza, y la llevé a la mesita, para que Tomoe deguste de mi creación. Inmediatamente pude ver una tímida sonrisa en su rostro.

- Muchas gracias, Genjii-kun.

Last day of my adolescenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora