Last day of my adolescence

Panthera Leo II

CAPÍTULO II: AKKANSOU RYOSHOU

- Eh, si, aquí Ryoshu, ¿quién habla?

- Ryoshu, soy yo, Genjii.

- Genjii, Genjii...

- Panthera Leo, Astair

- Oh, ya te recuerdo, muchacho. ¿Qué pasa? Sabes que estoy tomando mi siesta de mediodía.

- Tenemos un problema muy grande entre manos, Ryoshu. ¿Estás disponible para que vaya a verte?

- Dame un rato, muchacho. Para cuando llegues estaré presentable. mhm si.

- Entendido, Ryoshu. Nos vemos en un rato.

- Nos estamos viendo, Genjii.

AKKANSOU RYOSHU, hombre de mediana edad, alrededor de 45 años. Nativo de las islas Ryukyu, al sur de Japón. Espiritista, médium, experto en espíritus y cosas del más allá. Un loco charlatán. su apellido vendría a significar algo como "MONJE ERRANTE". Como sea, este hombre sabe mucho de estas cosas, y me ayudó con mi problema felino del verano. Tomó una vieja tienda departamental como su hogar, aunque es común verlo vagando por las calles con una colchoneta de cartón. Hombre ermitaño y solitario, no le gusta pasar tiempo cerca de la gente, prefiere estar encerrado. Y tiene cierta aversión hacia los gatos. Es una persona de perros, literalmente.

Me dirijo hacia la tienda, para contarle el problema de lógica. Preferiría llegar temprano, quién sabe si en algún momento...

-SI P ENTONCES Q, P POR LO TANTO PARA EL SUELO TE VAS

Demonios, este demonio de vuelta.

- VEN AQUÍ, GATO-MONO. VAMOS A JUGAR UN JUEGO.

Y con esas palabras se aventó contra mi bicicleta, haciéndome caer al suelo con un golpe seco. Necesito recuperarme, o esta cosa me matará. Pero, ¿por qué? ¿qué diablos quiere de mí?

- VEN PEQUEÑO GATO, ¿O TIENES MIEDO DEL GUARDIÁN?

Con esas palabras me lanzó un trozo de asfalto, que dió en mi espalda.

- ¡DUELE!

UN PASO MÁS CERCA DE CONVERTIRTE EN TÉRMINO MEDIO. ¡EN MEDIO DE 2 PIEDRAS!

¡CIELOS QUE BUENA FRASE!

- Humano, me necesitas.

- Para nada, gato. Yo puedo controlarlo.

El adefesio procedió a tomarme de una pierna, y sacudirme como a un paquete sucio. Nunca había sentido dolor más fuerte.

- AHORA QUEDARÁS COMO UNA FALACIA, ¡EN UNA PATA!- dijo mientra empezó a forzar mi pierna hasta que se separara. Voy a morir, voy a morir, ¿verdad?

El demonio logró separar mi pierna de mi cuerpo. Del dolor y la pérdida de sangre perdí la conciencia.

Terminó aquí...

En ese momento, el humano que me encadenaba cayó inconsciente. No puedo hacer mucho, pero siento la necesidad de pelear. Es un aumento de poder. Necesito manifestarme, o moriremos los dos.

En ese momento, sentí todo el poder acumulado, algo me estaba llevando a mi sobrecarga. Y, pese a todo pronóstico...

Me liberé...

- Venga, charlatán lógico. Ya está con tus sermones y juegos de palabras.

- ¿Eh?¿Quién me habla?