Senku se encontraba tomando un trago de whisky mientras robaba otra carta del pequeño pilar de cartas que estaba enfrente de él, era viernes en la noche, después de una gran jornada de exámenes parciales a mitad de semestre era justo y necesario que se divirtieran. Pero, para el Nanami era otro nivel.
-Entonces, ¿Aceptas?
Su mirada decidida, su ligero aroma a alcohol brotando de su cuerpo mientras su vaso era llenado por su mayordomo, y amante, por un poco de whisky mismo que el albino estába tomando en ese momento.
-Sería algo cobarde de mi rechazar, ya quiero ver tu cara, Ryusui.
-Senku-chan, esperemos no te arrepientas de ésto, ¿O sí?
Senku solo sonrió, tal vez su suerte estába cambiando, o éso pensaba. Todo pasó tan rápido que, no recordó nada, el tono de su celular sonando en su habitación lo estaba irritando.
La resaca no ayudaba en esto.
Al ver de reojo en la pantalla vió el nombre de Ryusui en éste, ¿Qué quería este tipo tan temprano?
Senku tomó el celular de mala gana y deslizó el teléfono color verde, para escuchar su voz.
-¡¿Qué diablos quieres?!
Se escuchó su escandalosa risa detrás de la bocina.
-Senku, amigo mío, recuerdas anoche nuestra apuesta- Los recuerdos golpearon de una vez por todas, haciendo un ligero bufido.
-¡Maldita sea Ryusui, mentalista!
Su escandalosa risa sonora junto a un ligero chasquido de dedos fueron el detonante en su irritación.
-Te veremos en una hora.
Colgó dejándolo ahí, sufriendo por una maldita resaca y además tenía que apurar se para llegar al lugar.
Kohaku estaba algo molesta, estaba estudiando un poco para su examen de enfermería del día lunes pero, le había mandado unos cuantos mensajes pero.
Nada.
De verdad pareciera que la tierra se lo había tragado. Aunque después de unos minutos recibió un mensaje de él.
Senku 💕
Perdón leona, he estado ocupado. Podría explicarte tus dudas una hora antes de la clase.
A ella se le hacía un poco raro viniendo de él pero, quién era ella para juzgarlo. Total por el momento le importaba pasar el exámen, esto de aprenderse los medicamentos y sus componentes era algo frustrante.
El tercer semestre era algo tedioso, las prácticas, las clases, sus guardias en el trabajo y de más. No era como su novio.
Senku estaba 4 semestres más adelantado que ella, a pesar de tener la misma edad. Su carrera como futuro Doctor lo estresaba mucho.
Kohaku había pasado el peor fin de semana de su vida. Su novio no se había aparecido en su casa para estudiar, por desgracia tuvo que pedirle ayuda a Chrome.
Su cuñado como siempre, pidió a cambio alguna recompensa. Lo cual tenía que cumplir, galletas hechas por Ruri.
-Cuando encuentre a ese bastardo lo voy a...
-¡Kohaku-chan!
Una chica de cabello castaño iba corriendo hacia la aludida, la cual venía con un montón de papeles, los cuales eran sus apuntes para el exámen.
-Elie, ¿Sucede algo?
Kohaku dejó su enojó de lado para ver a su compañera de cuarto, al ver su expresión no era buenalguna