Senku se encontraba debatiendo si hacer caso a su novia o no en entrar a esa casa embrujada, ¿cómo habían llegado ahí?
Empecemos desde el inició.
Gen había planeado junto con los aldeanos y Ryusui en hacer algunas cosas para Halloween, la reconstrucción de la civilización iba muy bien. Pero teniendo a estos dos al frente no había duda que terminaría muy mal, habían propuesto que en la pequeñas casas que estaban habitando los ciudadanos de la ciudad Ishigami empezarán a adornar con algunas calabazas, algunos hicieron fantasmas con papel, guirnaldas, etc.
Senku no les prestó mucha atención a ésto pero, su novia si lo hacía. Kohaku y él habían empezado una relación secreta hace un par de años cuando la hermana mayor de la misma se había casado, sus palabras lo hicieron tomar un poco la iniciativa, pero fueron descubiertos por el maldito de Ryusui.
El chismoso tenía que entrar justo en el momento en que ella se acercó para depositar un beso en los labios del albino, Senku aseguraba que la puerta estaba cerrada.
Recibió muchas felicitaciones por parte de el Reino Científico, aunque también recibió unas cuantas amenazas por parte del antiguo líder de la aldea Ishigami. No le importaban en absoluto, mientras no siguieran los rumores de que Sentido podría cambiar a la chica, él no haría éso.
En primera tenía principios, no jugaría con los sentimientos de la leona.
En segunda, pareciera que ella había puesto un hechizo en él ya qué, podía haber momentos en que su mente estuviera concentrada en la ciencia y en otros momentos pensaba en ella.
Probando lo que fue la lujuria, siendo algo activo sexualmente.
Regresando al tema de Halloween, Senku estaba en este momento viendo algunas ideas de sus amigos para una supuesta casa embrujada.
-Necesitamos que nos ayudes a diseñarla- Ryusui paso su brazo por los hombros de su flacucho amigo. Siendo retirados de inmediato.
-Pasó, tengo demasiadas cosas en que pensar.
-Espera Senku-chan- Gen usaría su método de psicología inversa, pero fue empujado lejos por el rubio.
-Te pagaremos- Cambio la expresión de Senku- Te daremos el 30%.
-60%.
-40%.
-50% y es mi última oferta.
Ryusui pensó un poco, apretando con un poco de fuerza la mano de su amigo aceptó, todo con tal de que les ayudará con todas las ideas que tenían en mente.
Aunque se vengaria era muy seguro, por hacerlo perder un poco de sus ganancias, pero no sabía como. Hasta que salió del laboratorio del chico para ver a cierta rubia caminando junto a su hermana mayor y ambas traían canastas con algunas frutas frescas que habían conseguido en el mercado cercano.
La vida moderna estaba esparciendose tan rápido por el mundo, con la ayuda de las personas que iban conociendo en sus viajes por el mundo, junto a ciertos Americanos que se encargaban de ayudar en países cercanos al suyo.
Faltaban 10 días para dar por inaugurado la casa embrujada comandada por Ryusui, Gen y Senku.
Trabajaron sin descansó, Gen lloriqueaba que se sentía cansado de ayudar, pero al recordar las ganancias que iba a tener aguanto un poco. Solo un poco porque, ya después recibieron ayuda de más aldeanos de la antigua aldea Ishigami.
Hasta que se llegó el día.
La casa era exactamente como en los planos, madera que fue diseñada para estar un poco podrida, ventanas rotas y algunos descuidos que fueron puestos con detalle.