COLD HANDS

CAPITULO I

"Las cadenas de la esclavitud solo atan las manos, es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo".
***

El ruido de la fuerte lluvia, el cálido y húmedo viento, y esa maldita sensación de ahogamiento era horrible.

¿Me encuentro en un profundo sueño o estoy muerta?

El sonido de un fuerte rayo chocar contra el suelo me despertó. Mientras me desvelaba y hacía fuerza para abrir los ojos, pensé en lo último que ocurrio.

Me dolía demasiado la cabeza, recuerdo que me había golpeado muy fuerte con algo, tanto que quede inconsciente.

Recuerdo los largos y anchos pasillos, y a mi saliendo de mi ultima clase en Hogwarts, y de un momento para el otro sentí una frías manos sobre mi cintura, jalándome como si fuera un peluche, intentando meterme a un cuarto vacio que había cerca de ahí.
Colocó una de sus grandes y frías manos sobre mi boca, evitando que emitiera algún tipo de sonido, intente soltarme pero parecía tener mucha más fuerza que yo.

En un abrir y cerrar de ojos logre darme vuelta y verlo frente a frente, su cara estaba tapada por la capucha de su túnica, solo se lograba apreciar unos labios, me sonaban tan familiares; baje la mirada hacia sus brazos, rápidamente me di cuenta que se trataba de un hombre.

¿Pero cual?.

Hice un movimiento desesperado con mis manos y logré sacarle su capucha...quede inmóvil al reconocer ese rostro.

—¿Draco?...¿pero que caraj- —intente hablar pero al segundo sentí su fuerte puño sobre mi rostro, dejándome inconsciente.

Finalmente desperté.

Mierda, podía sentir las gotas de sangre caer de mi nariz. Intente levantarme pero estaba demasiado débil como para hacerlo sola.

Mire a mi al rededor, intentando reconocer este extraño lugar, era un cuarto cerrado, con una sola ventana con fierros, húmedo, sucio, lleno de hongos y moo, parecido a una celda.

Intente concentrarme en otra cosa hasta que logre escuchar voces provenientes del piso de arriba.

—Oh hijo, llegaste. —Comentó una voz gruesa, era horrible, muy seca y rota. Sonaba como la de un señor mayor. Voldemort

—Como les comentaba...les pedí ayuda para que iluminen mi mente con ideas para acabar a los Grindelwald, en especial con su hija.

Hablaban de mi.

—En mi opinión. —comenzó a hablar una nueva voz —. Deberíamos sacrificarla y entregársela en pedazos a su padre, caerá en un pozo depresivo y se entregará.

—Idiota —Dijo otra voz, esta era chillona—. eso solo lo hará enfurecer y hará que jamás se entregue.

Ambas personas comenzaron a discutir hasta que Alguien suspiro...

—¿Quieres decir algo Mattheo?. —Consultó voldemort

Mattheo...
Ese nombre me suena de algún lugar, no recuerdo de donde, probablemente mi padre me lo nombró alguna vez. Debe ser algún mortifago anciano.